Desde la aparición de Napster, hace la friolera de 15 años, de aquel servicio de distribución de archivos de música que a más de uno dejó sorprendido, muchos cambios de timón se han ido sucediendo y, con ellos, la manera de ver el mundo del conocimiento y entretenimiento.
La entrada de Internet en nuestras vidas y negocios, incluso en los métodos de distribución y en la producción de un gran número de sectores empresariales, no ha podido dejar a nadie indiferente. Todo lo contrario, debido a que ya formamos parte de ella, de lo que se conoce como era digital.
Uno de los segmentos de mercado más afectados por las condiciones que impone el mundo online es el de la prensa y los medios de comunicación. La razón no es otra que la pérdida del monopolio que, en relación a la difusión de publicidad, los periódicos siempre han sabido mantener; a su vez, la migración del público hacia las plataformas digitales y la introducción de nuevos jugadores en el área, tales como Google, que reducen los presupuestos tradicionales de la prensa, han afectado seriamente a los resultados del negocio informativo.
Además, el éxito que rodea a las redes sociales desde su nacimiento, léase Facebook, Twitter o Instagram, ha dejado muy atrás al periódico como herramienta exclusiva de publicación de reportajes y noticias de toda índole. Y a esto hay que añadir la relativa facilidad con la que actualmente se puede estructurar un medio de información vía online frente a las, en ocasiones, insalvables dificultades a las que se enfrentaba la prensa tradicional; entre ellas, inversiones muy costosas.
Música, libros, cine y videojuegos
En cuanto a la música, esta industria fue otra de las primeras en verse gravemente dañada por el fenómeno Internet. No obstante, a partir de 2010, los ingresos se han ido recuperando en la medida en que el sector ha ajustado sus requisitos a las exigencias de su público. En este sentido, estrategias vinculadas a iTunes o Spotify han ido reduciendo el número de incontables usuarios que hacían de la piratería el peor caballo de batalla al que hasta hoy se ha enfrentado este mercado.
Por el contrario, los videojuegos han sabido sacar provecho de Internet desde su misma aparición adaptándose a los cambios según ha ido pasando el tiempo y perfeccionándose la tecnología. Así, con el lanzamiento de los ya indispensables smartphones, juegos como Candy Crush hacen las delicias tanto del público joven como de los más mayores. Sólo hay que añadir que los ingresos de este sector se han cuadruplicado desde el año 2000.
Otro negocio con muy buenas expectativas es el del libro. El producto se ha ido adaptando con toda naturalidad a los nuevos formatos interactivos e incluso ha conseguido ampliar su cifra de consumidores. Así pues, la entrada de tabletas y libros electrónicos ha ido incrementando de manera espectacular los resultados globales de este segmento; y parece que seguirán en la misma línea.
Por último, y aunque el sector cinematográfico es otro de los nichos más perjudicados por la vorágine digital, los expertos afirman que iniciativas como la que ha llevado a cabo Netflix, empresa que ofrece películas y series de televisión de carácter online, han permitido que la industria de la pantalla grande observe ligeros aumentos en sus cifras totales.