Últimamente casi todo el mundo dice que la separación de Grecia del euro es inevitable. Que va a estallar la crisis del euro. Pues bien, vamos a ver de una forma clara y sencilla que sucedería si Grecia saliese del euro, y por qué a ninguna de las partes le conviene esta situación a medio plazo.
Vamos a partir de la idea lógica de que si Grecia saliera del euro, tendría que acuñar otra moneda, la cual probablemente sería la antigua moneda Griega, el Dracma. Nada más comenzar ya vemos el primer problema:
- Grecia tendría que gastar cantidades ingentes de dinero en logística para poner de nuevo en circulación el dracma (reponer todo el dinero de los cajeros en dracmas, configuración máquinas, emisión de la nueva moneda, cambiar todas las etiquetas, programas de cambio de moneda, educación de la población, etc).
Y este sería el menor de todos los problemas que vendrían. Como vamos a analizar aquí hay muchos inconvenientes. Sin embargo, como destacan algunos economistas no todo serían malas noticias. Como sabemos, el principal argumento positivo para que Grecia salga del euro es que así podría devaluar su moneda.
Veamos las consecuencias positivas de la devaluación de su moneda:
- Aumento de las exportaciones, ya que al valer menos su moneda, los precios de sus productos en el extranjero serían más baratos y por tanto venderían más.
- Aumento del Turismo, ya que obviamente, para el resto de los países sería más barato ir de vacaciones a Grecia.
Consecuencias negativas de la devaluación:
- Fuga masiva de capitales. Los inversores y cualquier persona con sentido común se dará cuenta de que el dinero que tiene ahora mismo, si lo sigue manteniendo en Dracmas valdrá mucho menos y por tanto lo querrá cambiar a otra moneda que no se vaya a devaluar ni depreciar.
- Como todo el mundo querrá deshacerse de dinero griego, ¿a dónde irán a retirarlo? A los bancos, ¿y qué le pasará a los bancos? No hace falta más que echar un vistazo a la historia para saber lo que ocurre si todo el mundo quiere sacar su dinero del banco: a pesar de que evitarán la retirada de dinero mediante un corralito bancario. Si Grecia sale del euro, supondrá la quiebra del sistema financiero griego. El cual no podrá ser rescatado por el Estado Griego que se encontraría recién salido de una bancarrota (Si no puede pagar sus deudas ahora ni por asomo, imagínense si encima son más caras porque han devaluado su moneda).
- Cuando la gente se deshaga de sus Dracmas éste se depreciará aún más, por lo que el Gobierno heleno tendrá que controlar los tipos de cambio de su moneda, afectando al comercio exterior y a ese aumento prodigioso de las exportaciones.
- Al disminuir el valor de la moneda, el dinero que tienen los griegos valdrá menos y por tanto, serán más pobres → Empobrecimiento de los griegos.
Esto es un pequeño resumen de las graves consecuencias que tendría para Grecia (o cualquier otro país de la zona euro) salir del euro en estos momentos. Además de perder la protección comercial de pertenecer a la Unión Europea. Pero a pesar de todo esto las consecuencias de quedarse en el euro si nada cambia tampoco son muy confortables.
- Pérdida de soberanía. Estamos observando cómo el Gobierno Heleno cada vez puede tomar menos decisiones por su propia voluntad y después del último rescate elaborado por la troika tiene los morros de Europa metidos hasta la cocina, con inspecciones rutinarias para asegurarse adónde va el dinero. Con las protestas que eso acarrea, ya que a ningún pueblo le gusta que le quiten la soberanía.
- Estancamiento económico. Si sigue la oleada de ajustes y de políticas contractivas, Grecia va a tardar varios años en empezar a generar crecimiento económico y empleo. Se podría evitar prolongar el estancamiento en Grecia realizando una política monetaria expansiva por parte de Europa y así, por lo menos, podría generar empleo, mejorando la situación de los griegos.
Consecuencias para Europa si Grecia sale del euro
Antes de analizar posibles soluciones, vamos a ver algunas consecuencias para el resto de Europa de la salida de Grecia del euro. Para empezar, tener en cuenta la inmensa cantidad de dinero que debe Grecia a los bancos y estados europeos (principalmente franceses y alemanes) y al BCE.
- Impago a BCE, a bancos y estados europeos. Con un impago tan grande, el BCE tendría que hacer una recapitalización de su balance, lo que sería muy costoso económicamente (el coste de la deuda subiría muchísimo) y políticamente se tardarían meses en poner de acuerdo a todos los países de Europa para tomar una decisión. Algunos economistas han sugerido que Europa está tratando de alargar el proceso de negociación entre Grecia y la troika para deshacerse de la deuda que los bancos y estados mantienen en Grecia. No tiene sentido. La deuda es tan grande que sería más rápido vaciar el mediterráneo a cucharadas.
- Efecto contagio a otros países. Aunque parezca menor que antes, con la quiebra de Grecia, peligraría mucho la subsistencia económica de Portugal. Y si llegara el caso de que Portugal quebrara, ¿a quién creen que le afectaría más una bancarrota de Portugal? Obviamente a sus queridos vecinos de España, nuestros socios no podrían pagarnos los 65.700 millones de euros que nos deben (como podemos ver en el artículo de la deuda eurozona), complicando aún más la crisis en España y en Europa. Y, por lo tanto profundizaría la recesión, generaría aún más desempleo y quién sabe si también llegaríamos a una quiebra, que de producirse produciría un fuerte colapso económico mundial. Dado que los países europeos irían cayendo como piezas de dominó y su quiebra afectaría a la gran mayoría de países del planeta.
- Al caer en depresión en casi toda Europa, Alemania que que basa su economía en la exportación, vería como sus clientes dejan de comprarle y también entraría en recesión, perdiendo así la fuerza económica del motor europeo.
Después de este análisis, vemos claramente que estamos condenados a entendernos como hermanos. Y, no es de ninguna manera una buena opción que Grecia abandone el euro. Las peores consecuencias de que Grecia se quede en el euro podrían mitigarse si el BCE tuviera más poder y emitiera eurobonos, que como ya dije en el artículo sobre los eurobonos, servirían para poder financiar de forma más barata a los países periféricos, estimular el mercado para que no sea necesario realizar tantos ajustes y hacer que la recesión sea más breve.
El coste de financiación para el Gobierno alemán probablemente fuera mayor que el coste actual. Sin embargo, sería una solución mucho mejor a largo plazo para el Alemania que si Grecia dejara de pagar su deuda y saliese del euro. Es comprensible que Alemania no quiera perder su facilidad de financiación por ayudarnos, más aún cuando ellos han ahorrado y los países periféricos han despilfarrado su dinero durante muchos años, debido a unos bajos tipos interés más bajos de lo que les correspondía. Los eurobonos a largo plazo también serían beneficiosos para Alemania, porque aunque no queramos, estamos todos en el mismo saco.
Para que Grecia continúe en el euro es necesario mucho apoyo financiero de sus socios, un calendario de pagos y ajustes más flexible, la aprobación de la quita de su deuda, la cual podríamos denominar como «una bancarrota controlada» y mediante la emisión de eurobonos, que facilitaría muchísimo la financiación de los países periféricos y la unión fiscal europea.