La compañía sueca de automóviles Volvo ha anunciado que a partir del año 2019 se dedicará exclusivamente a la fabricación de automóviles eléctricos e híbridos. Esta decisión la convertirá en la primera empresa del automóvil en renunciar a vehículos que funcionen con combustibles fósiles. La apuesta de volvo ha supuesto todo un desafío para Tesla, cuyo valor en bolsa ha caído.
Hakam Samuelson, como Director Ejecutivo de Volvo proclamó que la decisión de producir únicamente híbridos y coches eléctricos supondrá el fin de los automóviles que funcionan únicamente con motores de combustión. Tal es su apuesta por los híbridos y los coches eléctricos, que para 2025 esperan registrar unas ventas de un millón de vehículos.
Por todo ello, Volvo pretende sacar al mercado cinco nuevos modelos de coches eléctricos antes de 2021. Tres de estos modelos serán fabricados directamente por Volvo, mientras que los dos restantes serán producidos por Polestar, una fábrica propiedad de Volvo que es competidor directo de Tesla. Sin embargo, Volvo mantendrá dos modelos de híbridos. La razón de mantener estos híbridos se encuentra en que gozan de una gran popularidad en mercados como China.
Los analistas predicen que otras empresas del sector automovilístico seguirán el ejemplo de Volvo y que producirán nuevos modelos que contribuyan al ahorro energético. En este sentido, los motores de 48 voltios de los híbridos son una pieza clave que asiste al motor de gas y pueden reducir el consumo de gasolina entre un 10% y un 15%.
A pesar de todo, las ventas de híbridos han aumentado lentamente. Prueba de ello es que el año pasado solo representaron el 3% de las ventas totales de vehículos nuevos.
Dificultades para Tesla
Las últimas semanas han sido difíciles para Tesla. Sus títulos han registrado importantes caídas de valor. Entre las razones se encuentran una valoración negativa en un informe de Goldman Sachs y el hecho de que el modelo S de Tesla no superase un test de seguridad.
Si en nuestro artículo “Tiempos difíciles para Ford” hablábamos de que Tesla había superado en valor bursátil a Ford, ahora la situación se ha tornado adversa para Tesla. Y es que Tesla está enfrentándose a problemas en su estrategia de crecimiento, puesto que la falta de baterías provocó que la producción estuviese un 40% por debajo de la demanda durante el segundo trimestre del presente año.
Otro dato que refleja importantes problemas en la producción de Tesla es que para el segundo trimestre se esperaban 24.200 entregas de sus modelos S y X. La realidad ha demostrado que solo se pudieron efectuar 22.000 entregas.
Los problemas continuaron creciendo para Tesla cuando se hizo público un informe del Instituto de Seguridad Vial de Estados Unidos. El mencionado informe demostraba que el modelo S de Tesla presentaba problemas de seguridad y otorgó una valoración inferior a la de otros modelos similares.
Por otra parte, la aparición de un competidor como Volvo, con una apuesta muy decidida por los híbridos y los coches eléctricos también ha contribuido al descenso de valor de Tesla.
Queda claro que Tesla tiene por delante un camino difícil para recuperar el crédito perdido.