Un pequeño país en el Caribe, en las Antillas Menores, está liderando en toda la región la atracción turística e inversora. Antigua y Barbuda lleva años siendo ejemplo de gestión y desarrollo económico gracias a sus planes de desarrollo con los que intenta convertirse en un centro de negocios relevante a nivel regional y mundial.
Para ello, el país tiene en activo su primer centro comercial oficial AntiguaBarbuda.com desde el que busca atraer inversores internacionales que descubran qué puede ofrecer el país para su propio crecimiento y que esto ayude a colocar más sobre el mapa económico mundial a esta nación.
¿Qué es AntiguaBarbuda.com?
Esta web, de gestión nacional, dependiente del propio Gobierno, funciona como un centro de carácter informativo en el que se introduce a los posibles inversores las distintas posibilidades que tienen para adentrarse en la economía del país.
Con una interfaz muy cómoda y una apariencia web muy atractiva, que busca facilitar la navegación y resultar muy intuitiva, el objetivo es describir con detalle cuáles son los programas de residencia a los que se pueden acoger los inversores e informar sobre los requisitos de la industria empresarial y el sector turístico en el país, que sigue siendo uno de los pilares básicos de su economía.
Entre esos programas de residencia destacan el NDR y el CIP, el primero de ellos destinado a emprendedores que teletrabajan y no necesitan estar físicamente presentes en el lugar de actividad, y el CIP que está más enfocado a lograr inversiones directas en Antigua y Barbuda.
El país, ejemplo de adaptación y resiliencia tras la crisis del coronavirus
Gaston Browne, Primer Ministro de Antigua y Barbuda, afirmó el pasado 25 de septiembre de 2020 en la Asamblea General de Naciones Unidas que el país avanzaba con resiliencia, valentía y determinación tras los efectos muy perniciosos que había desatado el coronavirus, y que sigue estando presente, en especial en el sector turístico.
Sin embargo, lejos de caer en la apatía y la incapacidad, el Gobierno, las administraciones públicas y el sector privado se pusieron manos a la obra para intentar solventar esta dura situación de crisis económica.
Hasta la fecha, Antigua y Barbuda es uno de los países menos afectados del mundo en número de contagios y víctimas, lo que se traduce en una menor limitación para recibir visitantes. De hecho, sus fronteras permanecen abiertas desde el pasado 1 de junio.
Un trabajo incansable de promoción exterior
En todo este proyecto de atracción de inversores y reconocimiento mediático internacional del país, una figura que está jugando un papel muy importante es Darío Item, el embajador de Antigua y Barbuda en España, Liechtenstein y Mónaco.
Para el país caribeño, la atracción de inversores españoles es un propósito prioritario, pues muchas cadenas hoteleras españolas están ya asentadas en otros territorios de la región y la presencia de ellas en Antigua y Barbuda supondría un mayor reconocimiento mediático.
Item afirma que AntiguaBarbuda.com es un espacio de información útil para inversores y visitantes potenciales del país que pueden encontrar en esta web todos los detalles para iniciar un proyecto de inversión confiable y garantizado.
En la web se puede ampliar información de servicio para los turistas que visiten el país y los beneficios que pueden obtener quienes vayan más allá y decidan invertir en Antigua y Barbuda. A su vez, no faltan imágenes atractivas sobre las playas, espacios naturales y los complejos turísticos.
Darío Item es un profesional con una agenda completa de eventos, y en todos ellos intenta promocionar las virtudes de la inversión en su país. Para conocer más sobre su labor y el entramado de acciones de promoción exterior que realiza el país, podemos visitar el portal embassy.ag.
¿Qué programas de inversión está potenciando el país?
NDR y CIP son los programas más atractivos para establecerse como inversor en Antigua y Barbuda. Desde los espacios web comentados se ofrece una guía que indica qué pasos seguir para solicitar alguno de ellos.
El más interesante para muchos ciudadanos extranjeros es el NDR, Nomad Digital Residency, o Programa de Resistencia Nómada, que está pensado para personas que quieran pasar largas temporadas en el país y que trabajen como nómadas digitales, es decir, puedan emplearse desde cualquier lugar del mundo. Para ello se activa una residencia especial de dos años con el requisito de pagar 1.500 dólares por participante, 2.000 en el caso de una pareja y 3.000 dólares para familias de tres o más miembros.
Una segunda opción para los interesados en invertir en el país es la Ciudadanía por Inversión (CIP). En este caso, la dinámica a seguir es donar 200.000 dólares a una institución benéfica del país o bien invertir por valor de 1,5 millones de dólares como mínimo.
Mediante estas prácticas, los inversores o los nómadas digitales pueden residir de manera legal en el país y acogerse así a ventajas de índole económico y familiar. El CIP, por ejemplo, incluye la posibilidad de obtener visado para multitud de países en todo el mundo.