Cuando emprendes en un negocio, tener una plantilla de facturas se convierte en algo que puede ahorrarte mucho tiempo. ¿Quieres saber cómo elaborar una?
Un elemento fundamental en toda empresa o profesional son las facturas. Tal como dicta nuestro diccionario económico, una factura es un documento que refleja una transacción cumpliendo unos estándares. Nos permite, además de llevar un registro de nuestras compras, registrar nuestras ventas a terceros.
Cuando los emprendedores comienzan en los negocios, una de las mayores dudas, a pesar de su facilidad, es crear facturas. Saber cuánto se aplica de IVA, si se retiene IRPF, qué es la base imponible. Son dudas que tiene todo el mundo. Tanto si es tu caso, como si no lo es, en este artículo tocamos algunos aspectos importantes.
Requisitos mínimos de una factura
A la hora de elaborar una factura debemos tener en cuenta que debemos incluir de forma obligatoria determinada información. Los datos necesarios para que una factura sea válida legalmente son los siguientes:
- Lugar y fecha de emisión
- Número de factura
- Identificación del comprador y del vendedor
- Descripción de la operación
- Base imponible
- Impuestos indirectos
- Contraprestación total
Sin los puntos anteriores una factura no tendrá validez. Además, si bien no es un requisito indispensable, es conveniente añadir la forma de pago de la factura. Por ejemplo, a través de transferencia bancaria, plazos de pago, etc.
Elaborar una plantilla para crear facturas
Cómo puedes comprobar, hacer una factura no es algo muy complicado. Al principio, como es lógico, tardarás un poco en acostumbrarte. Eso sí, en cuanto lo hagas unas cuantas veces las entenderás genial. Bajo nuestro punto de vista, lo mejor es elaborar una plantilla de facturas.
Es decir, crear una plantilla con el logo de nuestra empresa (si lo tenemos) y que siga siempre el mismo orden. Esto no es indispensable, pero te ayudará mucho a generar facturas. Sobre todo, si facturas continuamente.
En este punto tenemos tres opciones. La primera opción, que es lo que se ha hecho tradicionalmente es elaborar nuestra propia plantilla. Al realizar una transacción, simplemente rellenamos los campos necesarios y la emitimos. La segunda opción, que es lo que la tecnología nos ha facilitado, es utilizar herramientas que nos permiten crear facturas de forma automática. Es decir, introducimos los datos en un programa informático y automáticamente se genera la factura. Por último, la tercera opción es algo más novedoso. Se trata de herramientas que no sólo crean facturas sino que nos permiten hacerlo con diferentes plantillas de factura.
Esta última opción, elaborar una factura a través de una plantilla predeterminada, es una alternativa muy provechosa que puede ser útil para muchos tipos de empresa o profesionales autónomos.