¿Te gustaría saber cuáles son las estrategias de marketing y publicidad más potentes del mercado? En este artículo abordaremos un tema de vital importancia que, sin duda, ayudará a impulsar tu cifra de ventas y a fidelizar a tus clientes.
Siempre que hablamos de marketing y publicidad, muchas personas, quizás demasiadas, se muestran reacias. Piensan que utilizar técnicas de marketing significa engañar a sus clientes, realizar publicidad agresiva o que no se adapta a la realidad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Es cierto que hay empresas que utilizan técnicas cuestionables, pero el marketing y la publicidad van mucho más allá de eso. De hecho, uno de los primeros pasos de una buena estrategia de marketing es conocer a nuestra audiencia, nuestro segmento, nuestro cliente potencial. Si no conocemos bien cuáles son las necesidades de las personas a las que se dirige nuestro producto. Es un punto esencial y por eso profundizaremos sobre ello dentro de unas líneas, pero no es lo único.
También resulta de vital importancia analizar cada mercado, generar estrategias, conocer los canales online y offline para dar a conocer nuestro producto y, por supuesto, implementar estas técnicas de la manera adecuada.
Cómo ves, se trata de algo mucho más complejo de lo que parece. Muchas personas piensan que el marketing es básicamente un buen diseño, poner un anuncio en televisión y empezar a vender. Si esto fuera cierto, las grandes empresas no tendrían a un departamento que se encarga de realizar todo este proceso. Pero no te asustes, no necesitas un departamento de 100 personas para realizar ciertas técnicas de marketing fáciles y efectivas de implementar sin conocimientos avanzados. Eso sí, no te confundas, no acertarás siempre y dependiendo de tu habilidad deberás realizar diferentes pruebas.
Todo esto se puede resumir en 4 pasos que veremos a continuación.
1. Analiza el mercado
En primer lugar, debemos analizar el mercado. Y cuando decimos analizar el mercado, decimos analizar muchos de los aspectos que engloban a un mercado. En un mercado hay compradores, vendedores, bienes, servicios e intercambios. Estos compradores y vendedores pueden ser empresas, personas, proveedores.
Un consejo en esta línea es realizar un esquema, aunque sea en papel. En él tendremos que apuntar todo aquello que investiguemos y ordenar la información. Por ejemplo, si queremos vender cepillos de dientes eléctricos, tendremos que conocer todo lo que podamos sobre el mercado de cepillos de dientes eléctricos. Algunas preguntas que podríamos plantearnos son las siguientes:
¿Cuáles son las principales marcas de cepillos de dientes eléctricos? ¿Cuál es su cuota de mercado?
¿Por qué estas marcas son las que más venden? ¿Cuál es su ventaja competitiva? ¿Tienen algo especial o diferente con respecto al resto? ¿Cómo las valora la gente?
Del mismo modo sería interesante ver qué es lo que provoca que una persona no utilice cepillo de dientes eléctrico. ¿Por qué muchas personas siguen utilizando el cepillo de dientes manual? ¿Por el tamaño? ¿El precio?
En definitiva, esta parte es esencial. Conocer marcas, empresas, competidores, cuotas de mercado, intereses, clientes potenciales, tendencias de consumo, etc.
2. Conocer y segmentar a tu audiencia
Tras analizar el mercado al que nos queremos enfocar, seguro que se nos ocurrieron muchas ideas. Puede incluso que nos hayamos dado cuenta de que el mercado al que nos queremos dirigir es otro. No lo sé. Lo que si sé es que una vez lo hayas escogido deberás centrarte en las personas.
Aunque en el análisis sobre el mercado tendrás nociones generales sobre el público que utiliza el producto o el podría llegar a utilizarlo, en este punto debes precisar mucho más. Deberás estudiar a qué tipo de cliente se dirige al producto o productos que quieres comercializar.
Imagina que has decidido que te quieres enfocar en el mercado de cosmética. Tienes un proveedor de una nueva crema que crees que ganará cuota de mercado en el futuro. Tenemos información sobre todas las cremas que existen, competidores, cuotas, tendencias, etc.
Sin embargo, nos falta saber a qué tipo de público nos vamos a dirigir. ¿Es hombre o mujer? ¿De qué país es? ¿Importa su religión o cultura en este asunto? ¿Qué edad tiene el cliente objetivo?
Si quieres saber más sobre la segmentación de mercado pincha aquí.
3. Diseño y publicidad
Ya conoces el mercado y conoces los segmentos concretos a los que te diriges. Ahora necesitas trabajar en el diseño, el packaging, incluso en el olor de tu producto. La marca más valorada del mundo, Apple, se preocupa incluso de cómo huelen los iPhone cuando abres la caja. Y eso que nadie compra un móvil por cómo huele. Puede que, en tu caso y para tu producto, no sea necesario. Pero cuestiona todo aquello que puedas implementar y que podría impulsar tus ventas.
Trabaja en el diseño, piensa cómo te vas a publicitar y dónde lo vas a hacer. La buena noticia es que una vez tengas segmentada a tu audiencia y conozcas bien el mercado, te será más fácil entender que busca tu público objetivo. Por lo que la respuesta a diferentes preguntas como cuando y donde te publicitarás serán más fáciles de responder.
Imaginemos que nuestro modelo de negocio se basa en celebrar eventos relacionados con la inversión en tecnología. Organizamos eventos presenciales en grandes auditorios. Las personas que deciden asistir pagan una entrada y a cambio verán a los mejores expertos del mundo en la materia. En esta línea hemos pensado que sería muy interesante ofrecer un regalo de bienvenida a los asistentes. Por ejemplo, se nos ha ocurrido regalar a los asistentes cuadernos personalizados con el logo de nuestra empresa, un paraguas porque en la ciudad en la que lo vamos a celebrar llueve mucho y un bolígrafo porque nunca está demás.
Es importante marcar la diferencia, que sea un merchandising especial. No sirve hacer productos de este tipo para salir del paso. Al revés, tenemos que preocuparnos para que los utilicen en su vida diaria y se sientan orgullos de ello. Eso también es marketing. A veces, merece la pena invertir en calidad.
En este punto no podemos dejar de recordar los canales de publicidad, sobre los que puedes encontrar más información aquí.
4. Atención a las personas
Por último, pero no por ello menos importante, debemos tener en cuenta que más que clientes, consumidores, empresas, compradores o vendedores lo que existen son personas.
Tratamos con personas. Unos compran y otros venden. Pero sea como fuere, las personas tienen emociones, sentimientos, toman decisiones y recuerdan las experiencias. Nuestro trabajo es estar a su servicio para que se sientan lo mejor posible. Es decir, que se sientan seguros con el servicio que contrataron o el producto que compraron.
¿Cómo conseguir esto? Tratando a cada cliente como si fuera el primero y el único. Sí, es cierto que debemos gestionar nuestros recursos y los tiempos, pero no queda otra que pensar cómo puede cada empresa mejorar esto. Un cliente feliz y orgulloso es un cliente para toda la vida. Y, mejor aún, es el mejor comercial que tendremos, porque nos recomendará siempre que tenga la oportunidad.
En resumen, si analizamos el mercado, dedicamos tiempo a conocer a nuestro público, cuidamos el diseño y la publicidad, y tratamos a cada cliente de manera especial, nuestras ventas se verán impulsadas de manera notable.