Las nóminas son documentos imprescindibles en las relaciones laborales. En el caso de los asalariados, la nómina es el documento que certifica el salario que percibe un trabajador a final del mes.
Tanto para las empresas como para los empleados, las nóminas son un elemento muy importante que no se debe pasar por alto. Además, es fundamental que la elaboración de la nómina se realice de la forma correcta, ya que, de no ser así, puede traer problemas legales para la compañía.
Por ello, históricamente los departamentos de recursos humanos de las empresas han destinado mucho tiempo y recursos a la elaboración de estos documentos. Hoy en día, con las nuevas tecnologías, existen herramientas que facilitan esta tarea.
Existen programas informáticos que permiten a las empresas automatizar este proceso prácticamente en su totalidad. Esto no solo ayuda a optimizar los recursos y reducir costes, sino que también reduce las posibilidades de cometer un error en la elaboración de las nóminas.
Por parte del empleado, también suele haber confusión para interpretar las nóminas. No saber interpretar bien una nómina, puede llevar a hacer un cálculo erróneo del salario neto a percibir. Por ello, recomendamos calcular nómina y así conocer con certeza la cuantía que el trabajador va a recibir en su cuenta bancaria.
Partes de una nómina
Una nómina está formada por diferentes elementos que te explicamos a continuación:
- En primer lugar, aparecen los datos de la empresa. En los datos aparecerá la denominación fiscal, el CIF, dirección, etc.
- Por otro lado, hay que incluir los datos del trabajador que va a percibir la nómina. Aquí hay que incluir su nombre, categoría profesional, puesto de trabajo, número de la seguridad social o DNI, entre otros.
- Una vez completados tanto los datos del trabajador como los de la empresa, es momento de incluir los devengos. Aquí vendrán recogidas todas las partidas que va a cobrar el trabajador. Entre ellas, se encuentran el salario base, complementos salariales, horas extraordinarias, incentivos, pagas extraordinarias, etc.
- También hay que incluir las deducciones. En esta parte de la nómina se incluyen todas las partidas que se restan a la cantidad bruta a percibir. Por ejemplo, las retenciones a cuenta del IRPF, la formación profesional o el desempleo.
- Una vez que se ha incluido toda esta información, se realiza el cálculo del líquido a percibir por el empleado. Para ello, es necesario restar el total deducible al total devengado.
- Por último, hay que indicar la base de cotización al régimen general de la Seguridad Social y la firma de la empresa.
¿Cómo ahorrar una parte de tu nómina?
La nómina son los ingresos que percibe un trabajador y, por tanto, lo que le permite satisfacer sus necesidades. Si bien es cierto, por determinadas circunstancias puede finalizar el contrato laboral y que el empleado se quede sin ingresos.
En esta circunstancia, es importante disponer de ahorros que permitan superar una mala situación sin comprometer a nadie. Para lograr un buen “colchón financiero”, es relevante ahorrar mes a mes una parte de la nómina.
En primer lugar, es fundamental decidir qué parte de la nómina se va a ahorrar. Una vez cuantificado, es una buena opción abrir una cuenta bancaria a la que transferir la cantidad dirigida a ahorrar. De esta manera, esa cuenta irá aumentando mes tras mes, ya que no debe ser utilizada para gastar.
Sumado a esto, también es interesante realizar un análisis de los gastos en los que se incurre a lo largo del mes. Esto va a servir para darse cuenta de los gastos que verdaderamente son importantes y de los que se pueden prescindir para no malgastar el dinero.
Por último, y lo más importante, hay que ser disciplinado. El ahorro no es algo que se deba hacer cuando a uno le viene bien o cuando ha superado un mes con poco gasto. El ahorro se debe realizar mes tras mes e intentando incrementarlo progresivamente.