El anticipo es el pago o el cobro de una operación comercial en un momento anterior a la entrega de la mercancía o a la prestación del servicio. Es decir, el anticipo se produce antes de la realización de la operación principal.
Veamos un ejemplo para entenderlo mejor: Una empresa adquiere unas mercancías a su proveedor a fecha de 1 de agosto por una cantidad de 1.000 unidades monetarias. Además, el 15 de julio le pagó 200 unidades monetarias en concepto de anticipo. En este ejemplo nos encontramos, por un lado, con la operación principal, que es la adquisición de mercancías por un total de 1.000 unidades monetarias a fecha de 1 agosto.
Por otro lado, existe un anticipo de 200 unidades monetarias el 15 de julio, es decir, en una fecha anterior a la operación principal. Finalmente, el día 1 de agosto la empresa pagará a su proveedor 800 unidades monetarias, ya que 200 ya las habías pagado anticipadamente. El pago total es de 1.000 unidades monetarias, repartidas entre el 15 de julio (200) y el 1 de agosto (800). Es importante destacar que el anticipo habrá que descontarlo del pago principal.
Tipos de anticipos
Existen distintas clasificaciones de los anticipos. Aquí se analizarán las dos principales:
- Por la cantidad pagada
- Anticipo parcial: El anticipo supone una parte del total de la operación principal. Si la operación principal son 1.000 unidades monetarias, un anticipo parcial sería, por ejemplo, de 100 unidades monetarias.
- Anticipo total: El anticipo supone el total de la operación principal. Siguiendo el ejemplo anterior, el anticipo total sería de 1.000 unidades monetarias, coincidiendo con la operación principal.
- Por quién realiza el anticipo
- Anticipo de clientes: Suponiendo una empresa A, el anticipo de clientes se produce cuando la empresa A realiza una venta a un cliente y este le paga una parte (o todo) de forma anticipada. Para el cliente, este anticipo será un anticipo a proveedores.
- Anticipo a proveedores: Suponiendo una empresa A, el anticipo a proveedores se produce cuando la empresa A realiza una compra a un proveedor y la empresa A le paga una parte (o todo) de forma anticipada. Para el proveedor, este anticipo será un anticipo de clientes
Como se puede observar, un mismo anticipo se clasifica de forma distinta en función de la perspectiva con la que se analice.
Relevancia contable y fiscal de los anticipos
La existencia de los anticipos responde a un motivo puramente comercial. Sin embargo, tiene consecuencias importantes en el ámbito contable y fiscal:
- Ámbito contable: El anticipo va relacionado con una venta o una adquisición, que contablemente, suelen representar un ingreso o un gasto, respectivamente. Sin embargo, el anticipo no es ni ingreso ni un gasto. Por ejemplo, una empresa A realiza una compra de mercaderías de 100 unidades monetarias el día 1 de enero, y el día 26 de diciembre paga un anticipo de 30 unidades monetarias. En esta operación, el gasto es de 100 unidades monetarias y se produce el 1 de enero. Los pagos, sin embargo, no coinciden con el gasto: se realiza un pago de 30 unidades monetarias el 26 de diciembre (que no representa un gasto) y otro pago de 70 unidades monetarias el 1 de enero.
- Ámbito fiscal: El ámbito fiscal depende más de la regulación de cada Estado, aunque lo más habitual es que el anticipo produzca el devengo del Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA).