Calificación crediticia: Qué es y para qué sirve

Calificación Crediticia Qué Es

¿Qué es la calificación crediticia?

La calificación crediticia es una puntuación que otorgan las agencias de rating a los créditos o deudas de diferentes empresas, Gobiernos o personas, que mide la probabilidad de que esos créditos sean impagados.

  • Es una evaluación que miden las agencias especializadas para determinar la capacidad de una entidad de cumplir con sus obligaciones de deuda.
  • Para realizarlo se considera el historial crediticio, los activos, los pasivos, y otros indicadores económicos y financieros relevantes.
  • Ayuda a los inversores a evaluar la solvencia de los emisores, orienta las decisiones de inversión y afecta las condiciones bajo las cuales los emisores pueden obtener financiamiento.

Calificación crediticia: Explicación sencilla

Dicho con otras palabras, la calificación crediticia es una evaluación que indica qué tan fiable es una persona, empresa o gobierno para pagar sus deudas.

Las agencias de calificación examinan el historial financiero y otros factores para determinar si es probable que el deudor pague lo que debe a tiempo.

Se expresa usualmente como una puntuación, donde una nota alta significa que hay un riesgo menor de impago, mientras que una nota baja indica un riesgo mayor.

Esta evaluación se basa principalmente en el historial de créditos de la entidad a analizar, y su capacidad para gestionar y devolver el financiamiento recibido.

Conocido también como rating, el proceso de calificación no solo es una herramienta de análisis interno, sino que también se utiliza para evaluar la calidad de la deuda de terceros.

En el caso de los países, por ejemplo, se toma en cuenta su capacidad para generar ingresos financieros, el beneficio neto, el volumen de su deuda y las expectativas de crecimiento a mediano y largo plazo.

Estos ratings son vitales para las decisiones financieras; facilitan a los inversores comprender la solvencia de los emisores, informan a los organismos reguladores sobre los niveles de riesgo, y orientan a los agentes del mercado, como las instituciones de inversión colectiva, sobre la fiabilidad crediticia de los emisores para guiar sus decisiones de inversión.

Principales funciones de la calificación crediticia

El rating de créditos o calificación de la deuda surge de la necesidad de establecer baremos e índices que informen en qué medida un deudor va a ser capaz de devolver la deuda de acuerdo a su situación y estructura financiera. Cuando las instituciones financieras tratan de debatir si conceder o no un crédito a otras instituciones o empresas, valoran positivamente estos estudios que toman todo tipo de registro y forman variables para determinar la capacidad de  devolución y estudiar el interés mínimo que debe ser pedido para prestar el dinero. Por tanto, sus funciones más importantes son:

  • Facilitar, desde el punto de vista del inversor, la percepción del grado de solvencia de un determinado emisor.
  • Informar, desde el punto de vista regulatorio, sobre el nivel de riesgo asumido por parte de las entidades emisoras a los organismos de supervisión competentes.
  • Orientar, desde el punto de vista del mercado, a los distintos agentes económicos que intervienen en el mercado (Instituciones de Inversión Colectiva, SICAV, etc.) sobre la capacidad crediticia de los distintos emisores de cara a sus decisiones de inversión.

Agencias que otorgan las calificaciones crediticias

Agencias de calificación como Fitch, Moody´s o Standard & Poor´s han cobrado visibilidad e importancia en los últimos años. Sus calificaciones suelen distinguirse mediante unas siglas de letras o de letras y números, donde cada nota refleja un escenario y situación de la institución. Comenzando desde la máxima nota (AAA), que tiene una probabilidad inferior de impago que si tuviera una nota BBB, hasta la más básica, que señala una alta probabilidad de impago (CCC). Estas son las calificaciones de deuda de la agencias más importantes:

rating

Las calificaciones oficiales, se diferencian según sean para deudas a corto (realmente se determina la liquidez) o largo plazo (se evalúa la solidez y solvencia), considerando como corto plazo, normalmente, las operaciones con vencimiento hasta un año, y a largo plazo las que exceden del año.

Los inversores, prefieren un menor riesgo de default (menor probabilidad) para un determinado rendimiento, mientras que las notas de calificación más bajas (mayor probabilidad) son las que ofrecen mayores rentabilidades al inversor, como una forma de compensar el mayor riesgo asumido.

Esta información también es útil cuando alguien decide invertir en fondos de inversión, ya que permite conocer el riesgo y la calidad de los activos en los que invierte. Un fondo de inversión que invierte en activos con buena calificación, tendrá un menor riesgo que otro que invierte en activos con peor calificación. Si quieres saber más sobre cómo invertir en fondos de inversión, te dejo este contenido relacionado: Curso de inversión en fondos de inversión y ETF.

El rating de instituciones está relacionado con la fortaleza financiera, mientras que el rating de una determinada emisión de bonos está relacionado con la cantidad de colateral aportado o de la estructura de prelación de pagos ante un evento quiebra (véase tipos de deuda).

¿Cómo se realizan las calificaciones crediticias?

Para que una agencia de calificación estudie tu solvencia, se tiene que pagar una tarifa en concepto de derechos de calificación. Pudiendo ser cliente de las agencias cualquier emisor de deuda u empresa. En ocasiones puede ocasionar polémica, ya que podría pensarse que se paga para obtener un mejor calificación. Sin embargo, esto raramente ocurre, porque si no terminaría con el negocio de estas agencias, que se basa en emitir calificaciones cuánto más exactas mejor.

En el rating influye especialmente:

  • El volumen de la emisión.
  • La colateralización.
  • En las titulizaciones, el orden de prelación.
  • El coeficiente de endeudamiento del emisor: comparación con el sector.
  • Estructura de recursos propios y ajenos.
  • Volatilidad de sus ingresos.
  • Utilización de capacidad productiva.
  • Distancia al punto muerto.
  • Apalancamiento económico y financiero.
  • Cobertura de la deuda.

El proceso habitual mediante el que las agencias  emiten su opinión sobre la calidad crediticia comienza con la recopilación de una gran cantidad de información. Por un lado, se analiza información puramente económico-financiera (balances, cuentas de pérdidas y ganancias, etc) y, por otro, información de mercado (historial de cotizaciones, situación del sector en el que opera, etc).

Dicha información, suele ser complementada con la realización de entrevistas y encuentros con el personal directivo de la entidad emisora. Una vez recabados e interpretados todos los datos, los analistas emiten una determinada calificación en forma de código alfanumérico, el cual varía según la agencia de rating. Es decir, no existe un código de calificación crediticia estándar. Cada una de las agencias sino que cada una de ellas utiliza su propia nomenclatura.

La calificación no es estática

El rating puede variar en función de los mercados financieros, de la evolución del negocio y de los factores comentados anteriormente.

Las agencias de calificación, suelen emitir una perspectiva (rating outlook) que puede ser de tres formas:

  • Positiva (upgrade): Se emite cuando el rating actual puede mejorar a mejor.
  • Estable: El rating atribuido a la empresa no es previsible que varíe.
  • Negativa (downgrade): Se emite cuando el rating actual puede empeorar.
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Economipedia , 11 de diciembre, 2015
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