Los últimos cambios realizados por la banca española en cuanto a la introducción e incrementos en las comisiones bancarias por sacar dinero en los cajeros han alarmado a los clientes españoles.
Aunque algún banco ya tenía instaurada esta práctica, la noticia de que la gran banca iba a ampliar estos costes ha supuesto, por una parte, un enojo en buena parte de los consumidores, y por otra, una llamada de atención de los supervisores.
La principal problemática es que algunos bancos, principalmente ING y Evo Banco, no cuentan con cajeros propios (ING) sino que utilizan los de otras entidades (cajeros de la red 4B gratis y Euro6000 sacando al menos 60€), contando así con una ventaja con respecto al resto de bancos, que cuentan y sufragan su propia red de cajeros.
La Caixa ya hace 3 años que decidió cobrar una comisión de 2€ a todos los clientes que no fueran clientes de esta entidades, y ahora, el resto de la red bancaria ha decidido hacer ídem en vista de que esta banca online les roba clientes y no cobra comisiones, alentando la competencia desleal e iniciando así una nueva guerra en el sector, esta vez desde el lado de las comisiones.
Por una parte, los bancos han acordado cobrar comisiones a aquellas personas que no sean clientes de su propia entidad, cerrando el paso así a la banca que no cuenta con cajeros propios; por otro lado, organizaciones de consumidores y Gobierno han tratado de restringir esta hecho, poniendo fin a la doble comisión bancaria por sacar dinero (una comisión por sacar dinero en un cajero y otra la del propio banco del cliente).
Para entender esta “guerra de cajeros” hay que entender dos cosas principalmente:
- El incremento generalizado de las comisiones. La banca española ha paliado su difícil situación durante la crisis incrementando las comisiones, a propios y ajenos en tasas de incremento que en ocasiones han alcanzado el 100%. Esta vía de financiación ha servido a bancos como ING, EVO y otra banca online para beneficiarse de la competencia.
- El funcionamiento del sistema de cajeros. Cuando vamos al cajero, el banco propietario del cajero cobra una comisión al banco dueño de la tarjeta, y ahora además pretende cobrar al propio cliente. Actualmente este sistema que se pretendía implantar está en el limbo, por lo que ante la alarma producida y el malestar generalizado con la banca ha incitado al Gobierno a promulgar un Decreto que impida cobrar dos comisiones al consumidor ya que considera ilegal tener que responder dos veces ante el mismo acto de retirada de dinero.
Además, durante esta “crisis de cajeros” se han puesto de manifiesto varias cuestiones más:
- De un lado la incesante guerra entre bancos. Si bien la gran mayoría de entidades se pusieron inicialmente de acuerdo para establecer una tarifa común a la retirada de dinero, posteriormente algunas entidades se echaron atrás, como el Banco Santander, Banco Popular y las cajas de ahorro vascas, junto a cajas rurales y bancos regionales. Este hecho final viene motivado por la política de no cargar más a posibles clientes y luchar en el mercado por ofrecer mejores productos, ya que un incremento de las comisiones podría alentar aún más a los bancos “free tax” e incrementaría la competencia en la banca.
- Otra situación puesta de manifiesto es cuál sería el papel y futuro de los bancos online y sin comisiones, ya que si precisamente no cobran comisiones por la no tenencia en propiedad de una red y estructura de cajeros bastante costosa.
- La Unión Europea ya ha alertado en numerosas ocasiones de las altas y numerosas comisiones habidas en España, en otros países europeos como Reino Unido la mayoría de cajeros no cobran ninguna comisión.
- Estas comisiones provocan una restricción en la retirada de dinero, pues sólo Santander, BBVA y La Caixa copan el 42% de los cajeros en España. Por este mismo hecho el Banco de España ha considerado ilegal cobrar dos veces por el mismo servicio, mientras que organizaciones de consumidores como OCU o FACUA han invitado a los clientes a reclamar y denunciar qué bancos están haciendo este tipo de praxis.