El análisis del balance de la empresa es una herramienta fundamental para comprender la marcha de una compañía. Si estudiamos los activos y los pasivos de una empresa, calculamos una serie de ratios o cocientes y logramos interpretarlos adecuadamente podremos detectar problemas de liquidez, rentabilidad y solvencia.
El balance general, en teoría, es el fiel reflejo de la situación de una empresa en un momento: con sus bienes, derechos y obligaciones. Sin embargo, por sí solo, no nos dirá si la empresa está próxima a la quiebra o goza de una excelente salud financiera. De ahí que sea necesario observar, interpretar y extraer conclusiones para conocer la situación de la empresa y poder proponer soluciones a los problemas que deben ser solucionados.
En Economipedia damos algunas claves básicas del análisis financiero y explicamos los principales indicadores que se deben tener en cuenta a la hora de analizar cuestiones como la liquidez y la rentabilidad de una empresa.
1. Análisis de las masas patrimoniales
Como primer paso conviene echar un vistazo a la composición de las distintas masas patrimoniales: el activo, el pasivo y el patrimonio neto. De acuerdo con la composición de estas masas, encontraremos diferentes situaciones de solvencia.
1.1. Máxima estabilidad financiera
La empresa se financia única y exclusivamente con recursos propios, por lo que no tiene deudas con terceros.
- Activo = Patrimonio neto
- Pasivo = 0
1.2. Situación financiera normal
Los bienes y derechos de la empresa (el activo) son superiores a las fuentes de financiación ajenas y existe suficiente activo corriente para atender las deudas a corto plazo, por lo que estamos ante una situación de solvencia.
- Activo = Pasivo + Patrimonio neto
- Activo corriente > Pasivo corriente
- Patrimonio neto + Pasivo no corriente > Activo no corriente
1.3. Suspensión de pagos o inestabilidad financiera
- Activo = Pasivo + Patrimonio neto
- Activo Corriente < Pasivo Corriente
No hay solvencia, el activo corriente es insuficiente para atender las deudas a corto plazo. Las opciones serían una ampliación de capital, vender su estructura (activo no corriente) para pagar las deudas con terceros o financiarlo con deuda a largo plazo (pasivo no corriente).
1.4. Quiebra
El valor de los bienes y derechos de la empresa es inferior al total de las deudas contraídas con terceros. En otras palabras, aunque la empresa vendiese todo su activo, sería incapaz de pagar sus deudas. Existiría la posibilidad de hacer frente a las pérdidas si se espera poder obtener beneficios en el futuro.
- Patrimonio neto < 0
2. Solvencia y liquidez
Una vez observada la composición de las masas patrimoniales y cómo puede afectar esto a la situación financiera procederemos al estudio de su liquidez y solvencia. Por tanto, vamos a tratar de determinar cuál es la capacidad de la empresa para atender sus obligaciones a corto plazo y sus pagos más apremiantes. Conviene recordar que liquidez y solvencia no son lo mismo. Por solvencia entendemos la capacidad de una empresa para atender sus deudas, mientras que la liquidez es el grado de capacidad que tiene la empresa para atender los pagos en el momento en que se produzcan.
- Será imprescindible observar un indicador: el fondo de maniobra. El fondo de maniobra, llamado en inglés working capital, se obtiene calculando la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente. Para que exista liquidez en la empresa es necesario que el fondo de maniobra sea positivo. Es decir, que exista suficiente activo corriente para poder hacer frente a las deudas a corto plazo. Si fuese negativo, tendríamos un problema de liquidez, pues se estaría vendiendo estructura de la empresa para pagar las deudas a corto plazo.
Fondo de Maniobra=Activo Corriente-Pasivo Corriente
- Un segundo indicador del grado de liquidez de la empresa será el ratio liquidez a corto plazo. Este ratio se obtiene calculando el cociente entre el activo corriente y el pasivo corriente. Este cociente debe ser al menos superior a 1, de lo contrario mostrará que la empresa no dispone de la liquidez necesaria para afrontar sus obligaciones a corto plazo.
Ratio de liquidez = Activo corriente/Pasivo corriente
- Un segundo ratio para evaluar la liquidez será el denominado test ácido o ratio de acidez. A través del ratio de acidez comprobaremos el nivel de liquidez de la empresa descontando sus existencias. De ser menor a 1, la empresa puede presentar problemas de liquidez, por lo que será necesario que dé salida a sus existencias para poder atender a tiempo las obligaciones a corto plazo.
Test ácido = (Activo Corriente – Existencias) / Pasivo Corriente
- Si por el contrario nos preocupa la solvencia, deberemos observar detenidamente los ratios de endeudamiento. Este ratio nos muestra el nivel de deudas que tenemos en relación a los fondos propios.
Ratio de endeudamiento = Pasivo / Patrimonio Neto
Ratio de endeudamiento a largo plazo = Pasivo no corriente / Patrimonio Neto
Ratio de deuda = Pasivo / Activo
Ratio de apalancamiento financiero = Activo / Patrimonio neto
3. Análisis de la rentabilidad
Un concepto muy utilizado en economía es el de rentabilidad. A través de la rentabilidad se puede medir el nivel de eficiencia con el que los recursos son utilizados en la empresa. En este sentido, vamos a distinguir entre rentabilidad económica y rentabilidad financiera. El estudio y la relación que existe entre ambas nos ayudarán a saber si la empresa se encuentra correctamente apalancada.
- La rentabilidad económica (ROA, Return On Assets) será el cociente entre el Beneficio antes de intereses e impuestos (BAII) y el Activo Total. En otras palabras, se está midiendo la rentabilidad de la empresa sin tener en cuenta el modo en que se ha financiado la actividad.
Rentabilidad económica= Beneficio antes de intereses e impuestos / Activo total
- La rentabilidad financiera (ROE, Return On Equity) se calcula como el cociente entre el Beneficio Neto y los Fondos Propios. Así pues, la rentabilidad financiera puede definirse como la rentabilidad que obtiene el accionista por prestar sus recursos a la empresa.
Relacionando rentabilidad económica y rentabilidad financiera podremos comprobar si la empresa se ha endeudado correctamente para financiar su actividad. Por todo ello, pueden darse las siguientes situaciones:
- Rentabilidad financiera > Rentabilidad económica
El coste de endeudarse con financiación ajena es menor que la rentabilidad que proporciona la actividad de explotación. Financiarnos con recursos ajenos ha provocado que mejore la rentabilidad financiera.
- Rentabilidad financiera < Rentabilidad económica
El coste de la financiación a través de terceros es superior a la rentabilidad que obtiene la empresa a través de su actividad de explotación.
- Rentabilidad financiera = Rentabilidad económica
Si no hay financiación ajena, es decir, si la empresa no pide fondos prestados a terceros, la rentabilidad económica y la rentabilidad financiera serán las mismas.
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