Los mercados financieros vivieron ayer una jornada histórica. Los barriles de petróleo crudo cotizaron en negativo por primera vez en la historia. El desfase entre la oferta y la demanda provocó algo que jamás había ocurrido. ¿A qué se debe está situación totalmente anómala?
El precio del Crude Oil West Texas cerró ayer a -37,63 dólares, lo que significa que los productores o traders pagaban a los compradores para que les quiten el petróleo de las manos.
En las últimas semanas, la demanda de petróleo ha caído más de un tercio a nivel mundial, provocada por la pandemia del coronavirus. Lo que supone un recorte en el consumo de en torno a 29 millones de barriles diarios, según The New York Times.
Dado que el mercado del petróleo es un oligopolio, muy pocos productores controlan el mercado. Los principales países productores de petróleo (OPEP, Rusia y Estados Unidos) decidieron hace dos semanas recortar la producción de petróleo en 9,7 millones de barriles diarios, para ajustarse a la demanda y evitar que el precio cayera más.
Cualquiera que sepa sumar y restar, sabe que el recorte de la oferta (-9,7 millones) no ha servido para ajustarse a la demanda (-29 millones). Ante tal exceso de oferta, tanto los consumidores de petróleo como los productores han comenzado a almacenar el petróleo que les sobra. China, por ejemplo, está aprovechando para comprar cantidades ingentes de petróleo a estos niveles.
Sin embargo, el almacenamiento de petróleo tiene un límite. Tengamos en cuenta que un barril de petróleo mide 60 cm de diámetro. Con lo que el excedente de petróleo diario ocupa unos 11.580 km en línea recta.
Además, los costes de almacenamiento cada vez son más caros. Por lo que hay un punto en el que sale más caro el almacenamiento del petróleo que el coste del petróleo. Llegados a ese punto, los vendedores de petróleo, que no tienen donde almacenar el petróleo se ven obligados a pagar para deshacerse de sus barriles de petróleo.
¿Cómo se negocia el precio del petróleo?
El precio del petróleo se negocia en barriles y su comercialización se hace en gran medida a través de los contratos de futuros. Es decir, contratos que, llegada la fecha de vencimiento, obligan al comprador del futuro a adquirir el activo subyacente y al vendedor a entregarlo.
Es decir, que si somos compradores de un contrato de futuros de petróleo y llegado el vencimiento, seguimos siendo titulares del contrato, estamos obligados a adquirir los barriles de petróleo de manera física. Esto conlleva una serie de obligaciones como por ejemplo comprar los barriles y almacenarlos. Cada contrato sobre el petróleo (activo subyacente) nos obliga a comprar, concretamente, 1.000 barriles de petróleo. Así pues, teniendo en cuenta que cada barril tiene unos 160 litros, ¿dónde almacenamos 160.000 litros de petróleo?
Dado que el diámetro de un barril de petróleo es de aproximadamente 60 centímetros y suponiendo que no los apilamos, necesitaríamos una superficie de 60 metros de largo por 6 metros de ancho. Un tamaño similar a 3 campos de tenis. Y esto por cada contrato. Por tanto, tendríamos que asumir el coste de tener un lugar homologado para almacenar estos barriles.
¿Por qué ha ocurrido esto?
Como veíamos más arriba, los mercados se mueven principalmente por la ley de la oferta y demanda. La oferta está definida por la producción de petróleo y la demanda por los consumidores del mismo. De este modo, la crisis económica provocada por la epidemia de Coronavirus ha dado lugar a una caída histórica de la demanda de petróleo. Si la actividad económica se paraliza (y no solo la económica) el uso de combustible se reduce mucho. Lo anterior, añadido al exceso de oferta provocada por las grandes cantidades producidas, provoca un shock en el mercado.
Dicho de otro modo, se producen muchos más barriles de los que se consumen. Lo cual, obliga a que los compradores de petróleo tengan que almacenar ese petróleo antes de encontrar nuevos compradores. Por tanto, mientras no aumente el consumo, los compradores de petróleo en los mercados están obligados a sufragar los costes de almacenamiento. ¿El resultado? Precio negativo.
Los compradores no quieren comprar el petróleo porque los costes de almacenamiento son caros. Por tanto, los productores se ven obligados a sufragar esos costes de almacenamiento. ¿Y cómo hacen eso? Pagando a los compradores para que les quiten el petróleo de las manos.
¿Cómo se puede aprovechar la caída en los mercados?
La mala noticia es que, salvo que se cumplan las reglas que les exigen a los operadores para la entrega física, no se puede aprovechar este movimiento, salvo que seamos una institución con capacidad para almacenar ese petróleo. Es decir, si nos pagan por comprar petróleo estaremos obligados a quedarnos con él y almacenarlo.
De hecho, el vencimiento de mayo se puede negociar financieramente hasta el 21 de abril, a partir de entonces, se puede cerrar el acuerdo para la entrega física, que se hace efectiva desde el 1 de mayo. Los operadores de futuros hacen lo que se conoce como «rollover», que consiste en vender el futuro del mes que vence, y comprar los futuros del siguiente vencimiento.
Actualmente se negocian contratos con vencimiento en junio en adelante. Consecuentemente, la caída se ha acentuado debido a que muchos operadores no quieren quedarse con el petróleo de forma física y venden sus contratos de mayo a cualquier precio para evitar que comience el periodo de entrega física.
Un ejemplo de grandes vendedores que están haciendo estos rollover son los ETFs que replican el comportamiento del petróleo WTI Texas. Se han visto obligados a vender los contratos con vencimiento en mayo para comprar el contrato con vencimiento en junio.
Pero no todos los contratos petroleros se negociaron en terreno negativo. Si quisiéramos comprar petróleo como inversores particulares tendríamos que comprar ya el futuro del West Texas de junio, el cual cerró ayer a 20,43$, un 17,5% menos que el día anterior. Lo que se encuentra todavía lejos de precios negativos. Esto es que el mercado espera que para junio se haya solucionado el problema de desajuste entre la oferta y la demanda. Que el precio del futuro sea mayor al precio actual se conoce como contango.
El petróleo Brent, extraído en Europa y de referencia internacional, cayó ayer un 9% hasta los 25$ por barril. Se mantiene en positivo debido a que está cotizando el contrato con vencimiento en junio.
Artículo redactado por José Francisco López y Andrés Sevilla