Cada vez es más habitual, hablando de empresas, escuchar la frase, “si no estás en internet, no existes”. Como ya comentábamos el otro día, tener nuestra empresa en la red es esencial. Muchos han sido los negocios tradicionales que a lo largo de estos años han ido abandonando el formato físico para acabar aterrizando en la world wide web (www). También existen otro tipo de negocios que no disponían de establecimiento físico y que basaban su forma de venta en una centralita telefónica y en anuncios en televisión, radio y prensa. En este grupo se encontrábamos compañías de seguros o préstamos rápidos.
En los últimos tiempos muchas empresas se han dado cuenta de los beneficios que pueden suponer estos negocios aplicados a la tecnología web. La amplitud de mercado que conlleva la red ha supuesto una verdadera revolución online. Si hablamos de seguros, es muy habitual ver nuevas compañías e incluso buscadores para encontrar el más barato que también generan bastante dinero. Y los últimos en incorporarse a este mundillo son las páginas de préstamos rápidos, cantidades pequeñas que se conceden en 10 minutos tras una simple comprobación.
Para entender el aumento de este tipo de páginas, hay que tener en cuenta que la confianza de las entidades financieras de crédito no se ha visto recuperada hasta hace poco.
Los números abalan esa recuperación. En 2014 los préstamos personales llegaron a los 573,4 millones, lo que supuso un aumento de un 20,82% más que el año anterior. Además, el número de operaciones también aumentó un 2,05% (7.054.590 contratos).
La inversión viva a finales del año pasado, sin tener en cuenta cuando se originó, superó los 23,1 millones de euros. De ellos, 14,3 millones correspondieron a préstamos a la automoción y 8,8 millones a la financiación de consumo. Por último, la morosidad bajó en torno a 3 puntos, alcanzando el 7,77% en automoción (11,36% en 2013) y el 8,52% en consumo (11,26% en 2013).