La UE y Japón acuerdan un pacto de libre comercio justo antes de la cumbre del G20. La negociación se cierra justo antes de la reunión que se organiza hoy del G20, un tratado de libre comercio que se llevaba negociando desde 2013 y culminó en el día de ayer, según anunciaba Cecilia Malmström en su cuenta de Twitter.
La comisión europea (CE) anunciaba ayer el cierre de las negociaciones del tratado de libre comercio que se negociaba con el país nipón desde 2013. Un tratado de libre comercio que, a falta de unos detalles, se espera que se selle mañana en la reunión del G20.
Con el cierre de este acuerdo se pretende una liberalización del 99% de los intercambios, además de que servirá para contrarrestar las posiciones proteccionistas de EEUU en el panorama comercial global tras la llegada de Donald Trump a la presidencia.
“Hemos llegado a un acuerdo político a nivele ministerial sobre el acuerdo de comercio entre la UE y Japón” son palabras de Cecilia Malmström en su cuenta de Twitter. En su mensaje, Cecilia pidió a los líderes de Japón y de la UE que “confirmen” el pacto en la cumbre que celebrarán mañana en Bruselas, aprovechando la ocasión, ya que tienen que acudir a la reunión del G20 que se celebrará el viernes y el sábado en Hamburgo.
Cecilia también agregó que en la reunión de ayer en Bruselas con el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, se han despejado todas las diferencias que quedaban por aclarar para poder cerrar los últimos detalles del acuerdo antes de la reunión de la cumbre.
Todavía faltan puntos clave por acordar, como por ejemplo la forma en la que se decidirá el acuerdo, si se realizará de una forma mixta, es decir, si tendrá que ser validados por los países de la UE y el Parlamento Europeo y por las cámaras nacionales, lo que sí es cierto es que se espera que todos esos puntos se traten cuanto antes y el acuerdo se ponga en marcha antes de la finalización del año.
¿En qué y a quien beneficiará el pacto de libre comercio?
Como hemos comentado, el objetivo del tratado de libre comercio es el de liberalizar las transacciones que se realizan a Japón, provenientes de la Unión Europea e igual, pero a la inversa. Con este acuerdo se quiere conseguir la liberalización del 99% de los intercambios comerciales que realizan la UE y Japón entre sí, eliminando tasas arancelarias e impuestos que frenaban el impulso de las transacciones comerciales.
En este acuerdo no solo se ha pactado una liberalización de bienes exportables, sino que cubre tanto productos como servicios, incluyendo los financieros. Se pretende eliminar los aranceles del 99% de los productos comerciados una vez concluidos los periodos de transición negociados, algo mas largos en productos más sensibles como es el caso de los automóviles y los productos agroalimentarios. Hasta ahora las empresas estaban pagando cerca al billón de euros cada año en aranceles por exportar a Japón.
Uno de los últimos puntos que se han cerrado ha sido el sector lácteo, un sector muy sensible para Japón y que rechazó su plena liberalización. La parte europea ha logrado una de sus principales reclamaciones, eliminar los aranceles del queso duro de manera progresiva en el transcurso de 15 años y una cuota libre de aranceles para el mismo, que cubre completamente las exportaciones actuales.
Otras cargas que también se han acordado eliminar son los aranceles para el vacuno y para el porcino, se espera que se eliminen completamente los aranceles aplicados a estos productos, en el caso del vacuno se daría en el transcurso de 15 años y para el porcino en 10 años.
Japón también ha aceptado además proteger 205 indicaciones geográficas europeas, bastantes de ellas españolas, entre ellas se encuentran el Azafrán de La Mancha, el Queso Manchego o el Turrón de Alicante, así como los vinos con denominación de origen, uno de los sectores más beneficiados por el acuerdo.
Respecto al sector del automóvil y la contratación pública, la UE ha logrado un buen resultado en las negociaciones pese a ser uno de los puntos más difíciles de la negociación.
Respecto al sector del automóvil, la UE ha negociado un periodo de transición para eliminar por completo los aranceles que no defraudará a la industria, la cual había reclamado 7 años para liberalizar el sector, mientras que el sector de componentes y partes del automóvil estará más liberalizado y de una manera más rápida, dada su bilateralidad en el comercio y el equilibrio en ambas direcciones.
Y por último también se han acordado puntos para la facilitación de la contratación pública. Japón ha aceptado crear una ventanilla única para anunciar las licitaciones a semejanza de la base de datos de la UE, ambas interconectadas para facilitar a las empresas europeas la participación y ha aceptado dar garantías adicionales para garantizar que la contratación a nivel local se da en base a los principios de “no discriminación e igualdad de trato”, según explicaba una fuente de alto nivel europea.
Como podemos observar, el acuerdo ha sido muy provechoso para ambas partes y supondrá una clara mejoría en el comercio global y en el crecimiento de las empresas europeas.
Un acuerdo que impulsará las exportaciones tanto en España como en Europa
Podríamos decir que el acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón ha llegado en el mejor momento tanto para España, que vive desde hace un tiempo su mejor ritmo de crecimiento económico desde la crisis de 2008, como para Europa que estaba rebajando sus importaciones a países fuera de la UE y que veía como los mercados emergentes absorbían toda la inversión.
Este acuerdo favorecerá muy favorablemente al crecimiento de las empresas, ya que les permitirá disponer de mayor capital, que antes destinaban a tasas arancelarias e impuestos, y que ahora destinarán a sus propias empresas. También favorecerá a las exportaciones europeas al país nipón.
La UE espera que las exportaciones europeas de productos procesados, como puede ser el caso de los productos lácteos o la carne aumenten entre un 170% y 180%, entre un 4% y un 22% los químicos y entre el 1% y el 16% la maquinaria. Las exportaciones europeas de bienes a Japón se elevan a 58.000 millones de euros y a 28.000 millones en el caso de los servicios.
En cuanto a la relación España- Japón también se verá muy favorecida con los nuevos acuerdos comerciales, ya que España tiene un superávit en el comercio de alimentos y bebidas con Japón, con unas exportaciones que crecen exponencialmente, por valor de 747 millones de euros en 2016.
Según datos del Instituto español de Comercio Exterior (ICEX), las ventas exteriores españolas al mercado japonés alcanzaron 2.405,6 millones de euros en 2016, de las cuales un 26,6 % corresponden a envíos agroalimentarios (640,4 millones) y un 4,4 % a bebidas (106,6 millones).
Respecto a las importaciones, las compras a Japón alcanzaron 3.639,3 millones, de los cuales 1,1 millones corresponden a bebidas y 12 millones a productos agroalimentarios.
España tiene un superávit comercial en el comercio agrícola y pesquero al mercado japonés, con un notable incremento del 15,5% en 2016. En productos como las bebidas, las ventas crecieron en torno al 3%, un producto clave en la gastronomía española.