Se suele escuchar que la Navidad es una fecha muy importante para la economía. Pero, ¿por qué esto es así? ¿A qué se debe esta afirmación? ¡Veamos en nuestro análisis de la semana: La Navidad!
La Navidad, además de ser una temporada mágica para los niños y los adultos en todo el mundo, también es una temporada mágica para la economía y los economistas.
Con la llegada de la Navidad llega la campaña navideña, que provoca que las familias salgan a la calle para reunirse con amigos y familiares, para pasear por la ciudad y ver los adornos navideños, entre otras muchas actividades. Pero si hay una actividad que caracteriza a estas fechas, esa es sin lugar a dudas consumir y gastar. Pues la Navidad será muchas cosas, pero entre esas se encuentra que hablamos de la temporada comercial más intensa del año.
Es por eso que los comercios se preparan para ese auge de consumo que supone la llegada de esta festividad.
Como si se tratara de una carrera contrarreloj, la campaña navideña inunda los comercios de personas en busca de artículos y bienes de todo tipo. Y es que también hay que decir que hablamos de una festividad que no discrimina a nadie. Pues, desde el restaurante que alberga una cena de empresa hasta la tienda de juguetes que vende los regalos para Santa Claus, todos los sectores se refuerzan y se benefician de esta campaña y todo lo que ello supone.
Además, hablamos de una temporada cada vez más larga e intensa.
Desde hace años, el Black Friday, el Cyber Monday, así como otras fiestas, basadas principalmente en el consumo, han hecho que esta temporada sea cada vez más larga y más intensa. De hecho, no debería sorprendernos que sea durante estas fechas cuando las empresas entregan la paga extra a sus empleados o lo que en otros países conocemos como «aguinaldo», pues es precisamente en estas fechas cuando los ciudadanos gastan más y, por ello, necesitan más recursos.
Por esta razón, podemos afirmar que la Navidad es importante para la economía.
Y es que nos puede gustar la Navidad o no, pero los datos nos dicen que esta, al menos para la economía y en un escenario de pandemia, sí ofrece esperanza.
¿Quieres datos?
¡Veamos la pasada Navidad y las previsiones para este año!
La Navidad: un oasis de paz y prosperidad para la economía
«Podemos no creer en la Navidad, pero ello no quita que el mes de diciembre es un claro oasis de paz y prosperidad para la economía.»
Hemos comenzado este artículo hablando sobre la importancia de la Navidad para la economía.
Ahora bien, que esta fiesta es un claro incentivo para consumir y gastar ya lo sabemos. Por tanto, la pregunta ahora no es si la Navidad es un incentivo o no, sino cuan incentivada se ve una economía a gastar cuando llega la Navidad, y cómo impactan estos incentivos en indicadores como el PIB, el empleo, entre otros indicadores de gran relevancia.
Y es que esto es lo realmente importante, pues que consumimos es una realidad, pero si analizamos y contrastamos los principales indicadores de actividad económica, y lo hacemos sin tener en cuenta la estacionalidad, lo que vemos es que los indicadores de gasto, de comercio, de transporte, así como cualquier otro indicador que consultemos, muestran una intensa actividad económica durante estas fechas.
Únicamente en España, la Navidad de 2019 supuso la creación de medio millón de empleos. Como vemos, hablamos de una cifra muy abultada, pero nada desdeñable si tenemos en cuenta que los ciudadanos españoles acometieron un gasto que se acercaba a los 11.000 millones de euros. Y además, olvidamos algo más importante aún, que es que estos números y esta actividad que tratan de reflejar estos indicadores se produjo en tan solo un mes.
Además, únicamente estamos hablando de España, pero si lo hacemos con otras economías, el resultado es similar. Pues hablamos de una fiesta que se celebra en casi todo el mundo.
Y es que podemos no creer en la Navidad, pero ello no quita que el mes de diciembre, como ya hemos dicho en numerosas ocasiones y atendiendo a estos datos, es un claro oasis de paz y prosperidad para la economía. Pero lo es todavía más en un año de pandemia, donde la caída y, por ende, el contraste es aún mayor.
La Navidad en 2020: un año atípico
«La presencia de un virus y la crisis que este originó nos llevó a registrar actividad económica, pero mucho menos de la que se preveía.»
Pese a que hablamos de una campaña navideña y, por tanto, de un claro impulso a final de año, el año 2020 fue un año bastante atípico, incluso para la Navidad.
Conforme se acercaba la temporada navideña, lo normal era que las empresas comenzaran a contratar para asumir la demanda, disparada en estas fechas tan señaladas. Sin embargo, las previsiones económicas y la situación que atravesábamos desmotivaba a los comerciantes, llevándolos a reducir la contratación notablemente durante la pasada campaña.
En otras palabras, podemos decir que el pasado año fuimos testigos de cómo el virus, como si de El Grinch se tratara, nos robó la Navidad.
Así, la crisis que nos sacudía nos dejó una fuerte caída en la contratación de personal, llegando a superar en el caso de España el -40%. Pero es conveniente señalar que en este artículo no hablamos de España como una excepción, pues basta observar el caso de México para ver que la tendencia era la misma en prácticamente todos los países que mostraban incidencia, llegando a superar esta contracción en el país azteca el -60%.
En datos absolutos, hablamos de que la presencia del virus supuso que no se crearan cerca de 150.000 empleos. Y si ahora nos fuésemos al caso de México, esta caída es bastante mayor.
Y es que de nada sirve incrementar las plantillas si, posteriormente, vemos que el consumo tampoco se va a producir tal y como estaba previsto. En este sentido, la caída que vivió el consumo en España, atendiendo a los indicadores, se cifró en un -48%. Pero, como en el caso anterior, hablamos de cifras muy similares a las que se recogían para otras economías, en las que la incertidumbre, y como ocurre en España, llevaba a los ciudadanos a ahorrar y guardar su dinero para lo que pudiera pasar.
Todos estos datos que comentamos han podido ser contrastados con los distintos informes de consumo que, por estas fechas y como cada año, elaboran algunas agencias de research.
Atendiendo a estos informes, no sorprende ver estos registros cuando el pesimismo se podía respirar en el aire. Los ciudadanos, temerosos de que pudiera agravarse la situación, evitaban consumir como en años anteriores. Una situación a la que se le sumó las restricciones para frenar el virus y el miedo social, haciendo que aquellos que no temían al gasto tampoco pudieran hacerlo.
En definitiva, la presencia de un virus y la crisis que este originó nos llevó a registrar actividad económica, pero mucho menos de la que se preveía, dejando contracciones en el consumo y el empleo que nos alejaban de una Navidad típica.
Ahora bien, las previsiones nos dicen que hay motivos para confiar en que el año 2021 no será así.
La Navidad en 2021: ¿unas navidades distintas?
«En México, y en Latinoamérica en general, la percepción que tienen los consumidores tras la pandemia es igual de esperanzadora que en España o Europa.»
Atendiendo a estos informes de consumo que citamos, y especialmente al que realiza la consultora Deloitte todos los años, vemos mucho más optimismo que en el informe publicado el año pasado.
La percepción que tienen los consumidores tras la pandemia nos dice que estos ciudadanos se muestran prudentes, pero muy optimistas. Tanto es así que, pese a la inflación y los problemas que vive la economía en estos momentos, en España casi la mitad de los españoles confía en que su situación financiera mejorará en los próximos años.
Por esta razón, el 62% de los ciudadanos encuestados afirman que esta Navidad gastarán mucho más que en la Navidad pasada. De acuerdo con las previsiones, la tendencia nos dice que, por hogar, los españoles gastarán un 14% más que en el año 2019. En cifras absolutas, hablamos de un gasto por hogar que rondaría los 631€, frente a los 554€ que arroja el informe del año previo a la pandemia.
Un caso similar es el que vemos en México, la otra economía consultada en este artículo, o en América Latina como continente, de quien también tenemos datos.
En México y en Latinoamérica en general, la percepción que tienen los consumidores tras la pandemia es igual de esperanzadora que en España o Europa. Pese a que son economías más débiles, su ciudadanía espera que la situación mejore con el paso del tiempo, por lo que se muestran optimistas y dispuestos a consumir durante esta campaña navideña.
En cifras, el 69% de los ciudadanos latinoamericanos encuestados confirman que esta Navidad se encuentran igual o mejor que el pasado año. Por esta misma razón, el 60% de los ciudadanos que encuesta la consultora afirma que esta Navidad prevé consumir con normalidad. En el caso de México, estas cifras son muy similares, siendo un 68% los que dicen estar igual o mejor que el año pasado, y un 56% los mexicanos que afirman que estas navidades prevén consumir con normalidad.
En lo que a gasto se refiere, el estudio señala que el 64% de los ciudadanos latinoamericanos encuestados gastará más o lo mismo que el pasado año. Si hablamos del caso de México, esta cifra es algo menor, pero supera el 55% de la población. Y es que, atendiendo a otras economías como la Peruana o la Argentina, vemos que la tendencia se cumple en todas las economías consultadas, dejando clara evidencia de que estas Navidades podrían ser muy distintas a las del año pasado.
¡Bye Bye Grinch!
¡Hola Santa Claus!
«Después de 2 años, son las primeras navidades que se pueden celebrar en familia y con posibilidad de dar los regalos y cenar con nuestros familiares como solíamos estar acostumbrados antes de que llegase este virus.»
Con todos estos datos en la mano, analizando el ejercicio 2019, y las previsiones que ofrecen estos informes consultados, me quedan pocos motivos para no decir que esta Navidad será diferente a la pasada.
Los datos nos dicen que el año 2019 fue un año bastante bueno, y las previsiones arrojan que los de este año podrían superar, en algunos países, a los registrados en el año previo a la pandemia. Y es que no es que queramos ser optimistas, sino que se dan las condiciones para que así sea.
Pese a la inflación y a Ómicron, muchos ciudadanos llevaban meses sin consumir y, después de 2 años, son las primeras navidades que se pueden celebrar en familia y con posibilidad de dar los regalos y cenar con nuestros familiares como solíamos estar acostumbrados antes de que llegase este virus.
Pues nos lo merecemos, se lo merecen los comercios, se lo merecen los niños, se lo merecen los adultos. En esencia, todo el mundo se merece una Navidad, y no solo por el aporte económico que hemos señalado en este artículo, sino por lo necesario que es rodearse de familiares y de seres queridos tras una pandemia que nos ha tenido separados tanto tiempo.
Por esta razón, solo me queda deciros ¡Hola Santa Claus!
El equipo de Economipedia os desea feliz Navidad y felices fiestas.