Los problemas de corrupción en el país asiático, como en tantas naciones, son alarmantes. Cualquier gestión administrativa, por irrelevante que sea, pasa por todo un entramado de sobornos, favores, e incluso chantajes, al que la ciudadanía del místico subcontinente está más que acostumbrada. Pero todo tiene un límite.
Si el mal empleo del poder público para conseguir ventajas ilegítimas comienza en el centro neurálgico de la misma Administración, ¿cómo se puede poner fin a la vorágine de tanta corruptela? La ONG india The 5th Pillar tiene la respuesta: un billete que no tiene ningún valor financiero, un billete, sí, de cero rupias.
Una solución aparentemente ingenua pero que, contra todo pronóstico, ha sido y sigue siendo de gran eficacia para poner barreras a una de las mayores lacras del país asiático. La idea original surge de Mohan Bhagat, científico residente en Estados Unidos pero de procedencia india, que, en el año 2007 se llevó las manos a la cabeza, desesperado, ante el volumen de operaciones ilícitas que tenía que realizar para sacar a flote varios proyectos administrativos. Todos ellos bajo la batuta de la corrupción.
La situación era paradójica. Había que pagar más dinero para resolver asuntos públicos que, por naturaleza, ya estaban abonados por las arcas estatales; es decir, el soborno al funcionario se había convertido en un requisito matemático. ¿Cómo salir del círculo? Pues nada mejor que con un billete pasivo, de cero rupias. La cantidad de dinero exacta que se debe pagar a un agente por desarrollar las funciones propias de su cargo, es decir, nada de nada, a la hora de que pida que se efectúe el soborno.
Pedagogía y educación frente al soborno
La estrategia se explica del siguiente modo: miembros de la ONG van explicando por los departamentos públicos -mercados o estaciones de tren- y con el billete en la mano, el derecho de los ciudadanos de a pie a recibir los servicios que necesiten sin tener que pagar ningún coste adicional, al tiempo que ofrecen asesoramiento legal. El éxito de la medida ha sido tal que, tras una primera tirada de 25.000 billetes, en 2014 han sido más de 2 millones los papeles que se han repartido.
El billete de cero rupias viene a ser una herramienta pedagógica de protesta al pago de sobornos. Y parece que convence a casi todos ya que su objetivo es, siempre que un ciudadano se enfrente a un trato corrupto, entregar el billete para posteriormente denunciarlo a las autoridades competentes. De hecho, en el propio papel se puede leer la leyenda que lo identifica: «Prometo ni aceptar ni dar sobornos». Se trata de una apertura en las costumbres y tradiciones indias que, sin duda, tendrá óptimas repercusiones tanto a niveles sociales como económicos.
Es más, en las escuelas indias, base de cualquier estrato educativo, los niños ya están tomando conciencia de la necesidad de no tolerar bajo ninguna circunstancia la práctica de la corrupción, a través de muestras gigantes de este tipo de billete. Unos niños que se convertirán en los adultos de la sociedad india a muy corto plazo y de los que dependerá un horizonte libre de sobornos.