Cuenta Mancomunada: Qué es y cómo funciona

¿Qué es una cuenta mancomunada?

Una cuenta mancomunada o conjunta es aquella que se origina cuando existen dos o más titulares que pueden operar con la misma con el permiso del resto.

Cuenta Mancomunada: Explicación sencilla

Dicho de otra manera, una cuenta mancomunada, también conocida como cuenta conjunta, es un tipo de cuenta bancaria que permite a dos o más personas ser titulares de la misma. Esto significa que todos los titulares tienen los mismos derechos y responsabilidades sobre la cuenta, y pueden realizar depósitos, retiros y otras transacciones con ella.

Este tipo de cuentas son ideales para situaciones donde la confianza entre las personas es fundamental, ya que la seguridad y el control de los fondos son compartidos. Puedes encontrarlas en diferentes situaciones:

• Empresas: Cuando no hay un apoderado único con poder de decisión sobre las finanzas de  la empresa.
• Herencias: Cuando varios herederos comparten la herencia, la cuenta mancomunada les  permite administrar los fondos juntos.
• Parejas: En el caso de parejas que desean tener un control conjunto sobre las finanzas.
• Familias: Cuando se busca gestionar el dinero familiar de forma colaborativa.

Excepción y requisitos

También en algunos casos las entidades financieras permiten que cualquier titular opere por su cuenta y realice transacciones sin la necesidad de que firmen los demás. Entienden que estas cuentas se constituyen por personas que confían entre sí. En ese caso, la cuenta deberá ir denominada con los nombres de todos los titulares y la conjunción “o” en lugar de “y”. De esta forma, se señala que cualquier persona inscrita en la cuenta tiene poderes para operar sin la necesidad de contar con permiso del resto, en cuyo caso se denominan cuentas indistintas o solidarias.

En una cuenta mancomunada, así como en las indistintas, también puede darse la figura de autorizado. A partir de esta figura, a una o más personas se les da el poder de que puedan realizar operaciones sin que ello menoscabe la propiedad de la misma, por lo que los autorizados no responden por las deudas o el patrimonio que posea la cuenta.

Generalmente, las cuentas mancomunadas se dan en situaciones en las que los titulares gozan de mutua confianza entre sí, ya que aunque se necesite la firma del resto para operar, en caso de que haya discrepancias, los servicios de reclamaciones pueden congelar y bloquear la cuenta a la espera de que se solucione este hecho, pudiendo demorar en el tiempo la posibilidad de realizar la transacción.