OPA amistosa
Una OPA amistosa es aquella oferta pública de adquisición en la que una empresa, o empresas, denominada oferente, tiene la intención de hacerse con la mayoría del capital de una segunda empresa. Todo ello, con el común acuerdo de ésta.
A diferencia de una OPA hostil, en una OPA de carácter amistoso, los accionistas y los Consejos de Administración de las empresas participantes en estas operaciones están de acuerdo, tanto en la compra de acciones de una empresa, como en el logro de la mayoría de los derechos de voto. Por tanto, haciéndose con el control político de la sociedad, y todo ello, con el beneplácito de los accionistas. Esto se debe a que estos procesos se realizan en empresas cotizadas en mercados oficiales (bolsas).
Características de una OPA amistosa
Son los accionistas de la sociedad objeto de compra los que deciden si están o no de acuerdo con la oferta lanzada. Sin embargo, si el Consejo de Administración o accionistas mayoritarios están de acuerdo, será cuando se denomine OPA amistosa. Mientras que, por otro lado, si una empresa se lanza por sorpresa, o sin la comunicación y acuerdo inicial con los accionistas, se denomina OPA hostil.
Las OPAs amistosas surgen cuando varias compañías ven la necesidad, por estrategia, crecimiento o afinidad, de unirse en un grupo aún mayor. De esta forma, incrementando el valor de las acciones a sus propietarios y haciéndoles ver que se trata de la mejor opción.
Cuando se produce una OPA amistosa, la compañía oferente tienen que tener ya cierto nivel de participación en el capital de la sociedad cotizada. En este sentido, al menos el 3%. A su vez, puede ir haciéndose gradualmente con el capital de la otra empresa (5%). Todo ello, hasta alcanzar la mayoría del capital que da derecho a voto. En este momento, la ley le obligará a realizar una OPA amistosa u hostil.