Supermercado

Un supermercado es un lugar donde se compran y venden productos de alimentación, higiene y cuidado personal, entre otros.

El propio cliente es el que se suele servir en general cuando acude a un supermercado ya que va añadiendo los productos que desea consumir posteriormente. Hay ciertas secciones en las que un dependiente le atiende de forma personalizada como por ejemplo la sección de pescadería. Pero en líneas generales es el mismo el que incluye en su carrito de la compra el género que quiere llevar a casa y que abona una vez concluye su compra y llega a la sección de cajas.

Cómo surgieron los primeros supermercados

Clarence Saunders fue un pionero creando el primer supermercado del mundo en el que se le ocurrió poner a merced de los compradores las mercancías para su venta. Su objetivo era ahorrar tiempo y trabajo para el vendedor, y lo consiguió.

De esa forma nació en 1916 Piggly Wiggly, la primera cadena de supermercados del mundo en la que el cliente podía comprar y observar los productos y pagar a la salida.

Funcionamiento de un supermercado

Los clientes entran al establecimiento con el objetivo de adquirir bienes para su uso, ya sean comestibles o personales. Suelen recorrerlo con un carrito o cesta de la compra para poder albergar todos los productos que desean comprar.

Los artículos están organizados y distribuidos en secciones que se han planificado con anterioridad y que se organizan también en función de líneas de marketing para obtener una mayor consecución de ventas. Por ejemplo el hecho de que haya ciertos productos a la vista del consumidor en detrimento de otros.

Es sabido que los productos de primera necesidad (huevos, leche, pan, pescados…) se colocan lejos de la entrada y se distribuyen por todo el supermercado de tal forma que el cliente pueda recorrer todo el espacio para conseguir comprar durante el trayecto más comestibles, por ejemplo.

Además de las secciones en las que se sirven los propios consumidores, existen también determinadas zonas donde un dependiente se encarga de atender a los usuarios. La zona de pescadería, de frutería o charcutería son el ejemplo de ello. En ellas se suele coger un ticket donde hay reflejado un número de turno que deberán respetar para ser atendidos.

Existen también expositores a la salida, cuando se va a proceder a pagar la compra, con productos como gominolas, chicles, pilas, cuyo cometido es la compra impulsiva mientras se pasan los productos por la caja registradora.

En los supermercados la disposición, la iluminación, el orden y la distribución están estudiados para conseguir el mayor efecto en los consumidores y el último objetivo final que es el aumento de las ventas.

Con la expansión de internet, los establecimiento se han dado cuenta del enorme potencial que existe gracias a internet, y han abierto plataformas online para llegar al mayor número de hogares y fomentar las ventas.

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Rosario Peiró , 29 de agosto, 2019
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