¿Te has quedado alguna vez en blanco a la hora de escribir? No te preocupes es algo que le pasa a todo el mundo. La creatividad es la capacidad que tenemos para crear y poner en marcha nuevas ideas y a veces podemos no encontrarla cuando más la necesitamos.
Es muy útil fomentarla desde la infancia y aplicarla a nuestra vida diaria, no solo en el trabajo. Pero en ocasiones nos quedamos sin encontrar esa idea que estamos buscando, ese concepto que nos ayude a reflejar lo que queremos transmitir.
Por ello, para evitar que nos pase esto vamos a descubrir una serie de técnicas para que la creatividad no nos abandone en ningún momento.
Técnicas para ser más creativos
Estas pautas te van a ayudar a recuperar la inspiración en los momentos que más lo necesites.
1. Crea una tormenta de ideas
Es una técnica que se puede hacer en grupo y de forma individual. El procedimiento es ir anotando todas las ideas que tenemos con total libertad respecto a un tema. Por ejemplo, queremos poner el nombre a una empresa.
Cuando terminamos de anotarlo todo, extraemos las que más nos interesen, sacamos conclusiones sobre ellas y elegimos la que finalmente será la respuesta al objetivo que teníamos en primera instancia.
2. Sigue las noticias para inspirarte
Una fuente de inspiración es estar atento a la información diaria que aparece en los medios. De hecho, muchos guiones se escriben señalando que están basados en hechos reales. Y es que hay noticias sorprendentes que nos pueden ayudar a escribir un libro, un ensayo, un guion y hacer que las tomemos como base para aportar otros contenidos que nos interesan. Seguir la prensa es muy importante para saber las noticias relevantes que suceden.
3. Toma nota de experiencias ajenas
Una de las opciones más interesantes es reunirnos con amigos, compañeros en actos sociales donde conversamos sobre cualquier tema. Es cuando surgen los casos y experiencias de cada uno o las referidas a conocidos de otras personas. Siempre hay algunas de esas historias que le han pasado a alguien en concreto que causan interés y que pueden servir de auténtica inspiración para crear una nueva idea. Por ello, hacer vida social y relacionarse nos abre un abanico de posibilidades muy rico para poder tomar nota de las cosas ajenas que ocurren dentro o fuera de nuestro círculo y tomar esas historias como base para crear algo nuevo e innovador.
4. Haz una lista de preguntas
Empieza por preguntas básicas para que vayan surgiendo otras más específicas. De esa forma nos ayudará a crear más y mejores argumentos y a añadir nueva información. Puedes empezar por: ¿qué?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?
Cuando las respondas, surgirán otras nuevas haciéndote que avances a un nivel superior hasta que configures la información que necesitas.
5. Método 635
Es un método grupal en el que se reúnen seis personas para aportar una idea sobre un tema en concreto. Cada uno de ellos debe escribir tres ideas y cuenta con cinco minutos para poder hacerlo. El proceso se repite durante seis veces y finalmente cuando están todas las ideas anotadas se empiezan a escoger las más útiles para el grupo y extraer conclusiones sobre ellas.
6. Hacer dibujos o bocetos
Muchas veces ocurre que tenemos una idea, pero no sabemos como expresarla. Recurrir a realizar dibujos para darle forma es una estrategia muy útil para que la creatividad surja y elaboremos un nuevo concepto. Esto nos puede servir si queremos crear un logotipo, si queremos diseñar una web y planificar lo que incluiría, entre otras. En resumidas cuentas es una técnica que nos vale para abarcar muchos temas y que nos aclarará las ideas una vez terminemos y repasamos nuestros bocetos.
7. Ver películas
Una fuente de inspiración puede ser el hecho de recurrir a ver películas, series o televisión. En cuanto al cine hay multitud de ideas que podemos tener en cuenta, pero darles otro enfoque. Por ejemplo. Utilizamos ideas base de películas, pero podemos cambiar los protagonistas, la historia en la que se realiza, el sexo de los actores que la interpretan. Podemos trabajar con la siguiente frase, ¿qué pasaría si? A partir de ahí coger papel y lápiz y dejar libre la imaginación cambiando todo lo que nos gustaría de una película y adaptando esa idea a nuestros objetivos.
Por ejemplo. ¿Qué pasaría si cambiamos a los protagonistas de El Silencio de los Corderos? El asesino no sería el protagonista, sería una mujer, y el detective un hombre mayor, y sucedería en otro lugar, pero en esta ocasión situado en tierras españolas, en el trasfondo de la crisis de 2008. Todo ese tipo de cuestiones podemos trabajarlas y crear algo nuevo partiendo de ideas que nos han surgido tras el transcurso del visionado de una película.
8. Investigar en las redes sociales
Si hay algo que podemos hacer en la actualidad es ver que se cuece en las redes sociales como fuente de inspiración. Es muy habitual que haya grupos o foros en las redes en los que la gente intercambia temas, tendencias, consejos actuales, y esa es nuestra ocasión para poder tomar nota de temas interesantes que se expongan y darles nuestro punto de vista creando una historia nueva. Existen temas que pueden estar de moda, o bien ser recurrentes que se tratan de forma diaria, podemos tomar nota de lo que queramos, de cómo se posiciona la gente en unos u otros, cuáles son los intereses de la mayoría, y eso nos puede ayudar a crear una historia de éxito.
Estas son algunas de las técnicas que podemos trabajar para recuperar la creatividad. En ocasiones podemos hacerlas de forma individual o en grupo. Todo ello dependerá de los objetivos y lo que queramos elaborar. Sin duda, la introducción de las nuevas tecnologías puede ayudarnos como fuente de inspiración, ya que es más sencillo conocer las tendencias de moda, acceder a bases de datos de cualquier lugar y conocer las opiniones de mucha más gente. Todo ello es mucho más accesible para poder crear la historia que queremos poner en marcha.