La OPEP estima que los precios del petróleo no subirán más de 5 dólares por barril por año hasta alcanzar 80 dólares para el año 2020, esto podría suponer cierto alivio para Venezuela, quien es un exportador neto de petróleo.
El sector petrolífero es la industria más importante de Venezuela, y también la que está desestabilizando sus finanzas. La agencia de calificación Moody’s ya ha advertido sobre un posible colapso económico en Venezuela debido a sus débiles cuentas nacionales y a los altos índices de inflación, cuyo efecto mas perjudicial para los ciudadanos es la pérdida de poder adquisitivo.
La caída del precio de las materias primas ha supuesto un verdadero varapalo para América Latina en conjunto; pero -según datos del FMI (Fondo Monetario Internacional)- su impacto en las finanzas venezolanas ha hecho que, en un periodo de 15 años, el país haya pasado de ser la cuarta economía de la región a ser la séptima, un resultado estrechamente vinculado tanto a su dependencia del petróleo como a la falta de alternativas productivas.
Al hilo de esto hay que añadir la espiral de hiperinflación en la que actualmente se encuentra Venezuela, una espiral que está acabando con el poder adquisitivo de los salarios como consecuencia, en opinión de Alexander Guerrero, doctor por la Escuela de Economía de Londres, de las políticas “socialistas impulsadas por la revolución bolivariana”. “La destrucción ha llegado a tal grado que hoy es el país número 17 en el ingreso per cápita de América Latina”, agrega el economista, y a pesar de que Venezuela cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo.
Guerrero culpa del colapso económico por el que atraviesa el país venezolano al modelo político implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez, ya que -a su parecer- sus medidas de controles y expropiaciones al sector privado destruyeron el aparato productivo. Así, el economista indica que, bajo el gobierno de Chávez, “Venezuela perdió las instituciones que todavía quedaban”, aunque el mayor problema consistió “ en que las directrices políticas utilizaron el petróleo durante décadas para dar obsequios a la población”, una estrategia, a fin de cuentas, que dificultó el desarrollo de la economía e hizo dependiente a la ciudadanía de las ayudas del Estado.
A estos datos se suman las previsiones de la agencia de calificación Moody’s, que calcula que el alza de precios en el país supere el 200% para finales de año, una coyuntura en la que la firma americana estima como poco probable que “el gobierno tome medidas estructurales que frenen la dinámica antes de que tengan lugar las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre”. De igual modo, el economista estadounidense Steve Hanke, uno de los más conocidos expertos en el tema, ha asegurado que en Venezuela la inflación se ubica en un 615% y con tendencia a acelerarse.