El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, se puso en contacto con algunos comisarios europeos y así evitar la multa por incumplir el objetivo del déficit. Esta ayuda llegó en el último momento, la mayoría de partidarios a favor de la multa era una realidad en Europa. Pero al final, dos de los países que más han sufrido el azote de la crisis, España y Portugal, se evitan tener que pagar la cuantía de 2.000 millones de euros por el momento.
A principios del mes de Julio, La Comisión Europea anunció que iniciaría un procedimiento de sanción contra España y Portugal por no realizar las medidas necesarias para corregir el déficit. Ambas cerraron 2015 con un PIB superior al 5%, en términos monetarios, 10.000 millones de euros más de lo que se concretó. Este hecho supondría una multa de 2.000 millones más la hibernación de los fondos europeos. Sin embargo, en un momento en el que la entidad europea está en entre dicho, Bruselas ha decidido retrasar las sanciones, posponiendo nuevas metas fiscales de 4,6% del PIB en 2016, 3,1% en 2017 y 2,2% en 2018.
España y Portugal eluden tener que haber estrenado el régimen sancionador del Pacto de Estabilidad y su consiguiente humillación. En el momento en que Alemania se opuso a la sanción, parecía claro que no existirían apoyos suficientes para seguir adelante.
Bruselas, ante las nuevas metas fiscales, pide entre otras medidas, una reducción de bienes y servicios para el beneficio del IVA reducido, endurecer un mayor control del gasto para las comunidades autónomas y una transparencia más elevada en las normas de licitación pública.
Lo ocurrido en estos últimos días no ha sido una victoria, al contrario, España ha jugado con la paciencia de Europa, dejando a su paso una estrecha vigilancia de aquí en adelante para los próximos años. El próximo gobierno no heredará una multa, pero si posibles subidas fiscales o recortes de gasto público. Ahora bien, el país español no puede permitirse el lujo de fallar de nuevo. Bruselas ha dejado claro que en caso de volver a encontrarnos en la misma situación, se realizará una sanción automática de 5.500 millones además de la congelación de 1.000 millones de los fondos europeos.