España supera al resto de países del mundo que cuentan con vías de ferrocarril de alta velocidad y se sitúa en el primer puesto de la clasificación como el país con más kilómetros de AVE construidos por habitante, sin embargo es también el país que menos utiliza esta infraestructura.
Las líneas de Alta Velocidad en España han ido evolucionado desde 1992, cuando se realizó el primer viaje comercial en AVE entre Sevilla y Madrid. España se ha convertido en 2015 el segundo país del mundo en Km de vías de ferrocarril de alta velocidad con 3.100 km, según Adif, sólo por detrás de China con 11.067 km , según los datos de la Unión Internacional del Ferrocarril.
Así, en cuanto a la utilización de este medio de transporte, España no logra el mismo liderazgo y se sitúa en el último puesto de la clasificación. En el caso del uso de estas líneas de alta velocidad cuenta con 29 millones de pasajeros, según los datos proporcionados por el Ministerio de Fomento para el ejercicio 2014, y hay 11.530 viajeros por Km de AVE . Comparando estas cifras con China, el primer país del mundo que tiene más Km de vías de alta velocidad, observamos que China tiene mayor intensidad de uso con un ratio de 37.950 usuarios, según los datos proporcionados por el Sistema Ferroviario de Alta Velocidad en China (CRH). Por contra, España vuelve a liderar el ranking sobre la densidad de la red, dado que cuenta con 67 kilómetros por millón de habitantes. Una diferencia bastante grande con China, que cuenta con tan solo 8 kilómetros por millón de habitantes. El segundo país del mundo con más kilómetros por habitante es Francia con 32 kilómetros por cada millón de habitantes, ni la mitad de kilómetros por habitante que España. Los siguientes países, Italia y Japón, cuentan con 23 y 20 kilómetros por cada millón de habitantes, respectivamente.
La principal observación de estos datos, es que en España no hay suficientes viajeros para tantos kilómetros de vías de ferrocarril de alta velocidad. Los elevados precios de los billetes influyen negativamente en la demanda de este medio de transporte, ya que los usuarios pueden optar por otros vías de transporte más económicas. La falta de demanda y los elevados gastos en infraestructuras suponen una baja rentabilidad para la red ferrovial española.
Según el estudio sobre la rentabilidad financiera de la alta velocidad, realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), el AVE ha sido una de las peores inversiones, pues no ha sido rentable ni para las empresas ni para la sociedad. La línea de alta velocidad más antigua de España, que une Madrid y Sevilla, acumula unos beneficios de explotación de poco más de 600 millones de euros, mientras que el coste de inversión, expresado en euros de 2013, asciende a 5.585 millones de euros. Por lo que los beneficios de explotación de la línea de AVE más exitosa de España cubrían en 2013 al rededor de un 11% del coste de construcción, después de más de 20 años operativa.
A esta conclusión sobre la rentabilidad financiera, le sumamos las declaraciones realizadas sobre este proyecto por Gonzalo Ferre, presidente de Adif, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que ha cuestionado el esfuerzo realizado por España en las infraestructuras de alta velocidad. Por estos motivos, Adif ha encargado un informe externo para solventar estas dudas.