La revolución de las tecnologías, y las plataformas digitales han abierto un gran abanico de posibilidades a la hora de ofrecer distintas y variadas formas de pago.
Seguramente, si te pones a pensar en cómo se realizaban antes los pagos cuando no habían medios digitales, te quedarás pensando un rato antes de adivinarlo.
Antes de la llegada de internet, lo más habitual era realizar pagos en metálico, a través de cheques bancarios, o transferencias que podían emitir los propios bancos, y que todavía siguen haciendo.
La revolución digital ha cambiado todo. Ha facilitado el que los usuarios de internet puedan realizar pagos a través de las distintas plataformas digitales que existen, así como la adaptación digital de los bancos. Ahora se pueden llevar a cabo prácticamente todas las operaciones que existen disponibles a través de internet.
Cada usuario dispone de su propio acceso en la web del banco, o caja, en la que tiene su cuenta. Pero además, se han creado numerosas plataformas que ofrecen esta posibilidad. Vivimos en una sociedad digitalizada, y estas opciones son muy necesarias.
No obstante, medios online aparte, existen formas de pago que están muy extendidas a nivel mundial, y que siguen predominando entre los usuarios.
Las formas de pago más habituales en el mundo
Son las siguientes:
- Pago en efectivo: Esta manera se sigue utilizando, pero ofrece ciertas limitaciones. Para no promover el fraude fiscal, se puede pagar en metálico un máximo de 2500 euros, y además siempre es recomendable la comprobación de que los billetes no sean falsos.
- Pago con cheque: Se utiliza especialmente a la hora de comprar una vivienda, por ejemplo. Este cheque va asociado a una cuenta bancaria que no se podrá cambiar tras la creación de este.
- Transferencia bancaria: Una opción muy utilizada entre particulares y empresas. Las tiendas online la incluyen en su métodos de pago, aunque siempre mencionan que el pedido se demorará algo más tras la comprobación de que el importe ha llegado de manera correcta.
- Domiciliación bancaria: Una opción de pago habitual, cuando la colaboración entre empresas suele ser durante un largo tiempo, o para el pago de recibos como por ejemplo los suministros de luz y agua. Es un sistema sencillo y cómodo para el cliente, pero también ha de estar pendiente para constatar que los importes son correctos. En caso contrario, debería ir al banco y tramitar la queja para que no se cobren nada más hasta que se solucione dicha problemática.
- Pagos contrareembolso: Si escogemos esta opción, solo se pagará cuando el producto esté en las manos del usuario que lo ha encargado. Da sensación de confianza, aunque normalmente siempre lleva incluido algún aumento de importe por ser este método el escogido.
- Pagos realizados con tarjeta: Sin duda, uno de los preferidos a nivel mundial. Pero también conlleva gastos asociados, que irán a parar al banco que ha expedido la tarjeta.
Además de conocer las formas de pago más habituales, también es bueno conocer las plataformas que ofrecen pagos online de manera segura.
Las plataformas de pago online más destacadas
Estas son las más utilizadas para llevar a cabo los pagos online:
- PayPal: Es toda una referencia en el mundo digital. Se originó en el año 2000, y ofrece grandes medidas de seguridad para sus usuarios, que no han dudado en escogerla como una de las principales opciones a la hora de realizar los pagos que necesitan llevar a cabo de manera eficaz. Para crearla solo necesitas un correo electrónico y una contraseña, asociar una cuenta o tarjeta bancaria y ya podrás operar cómodamente a través de Internet. Ofrece la posibilidad de crear cuentas de empresa, y cuando se trata de enviar dinero para amigos o familiares a través de la cuenta personal, no existen las comisiones. Es una opción que se puede vislumbrar en casi todas las tiendas online del mundo, y se utiliza en la mayoría de países. Por lo tanto, a la hora de escoger un método de pago fiable, esta opción se ha convertido en un referente.
- Bizum: Se trata de una opción que está instaurada en España, y en la que colaboran la mayoría de bancos españoles. A través de la APP de tu propio banco se ofrece la posibilidad de enviar y recibir dinero de manera inmediata y de forma gratuita. La puesta en práctica es sencilla: seleccionas el banco con el que tienes tus cuentas, descargas su APP, y ya puedes realizar las transacciones de forma segura.
- Twyp: Una iniciativa que ha puesto en marcha ING Direct, y que puede ser utilizada entre sus propios clientes, y los que no tienen cuenta con ellos. Por lo tanto, es accesible a cualquiera que sobrepase la de edad de 14 años. Tan solo es necesario vincular una tarjeta a la cuenta que se crea en Twyp, y ya se pueden realizar pagos, y retirar efecto inclusive. Eso sí, para que se pueda llevar a cabo es necesario que ambos usuarios que operan entre sí tengan una cuenta en Twyp. Si esto no ocurre, es inviable el poder realizar transacciones a través de esta opción.
- Payoneer: Es otra plataforma que puede utilizarse a nivel mundial. Está enfocada principalmente para la gestión de pagos comerciales. Es muy utilizada entre las empresas y los trabajadores freelancers. Esta plataforma ofrece: la opción de pago directo, conversiones monetarias, y la posibilidad de que se paguen a los trabajadores de una propia empresa a través de este método.
- Western Union: Esta compañía, cuya sede se encuentra en EEUU, ofrece la posibilidad de enviar dinero a amigos, y transacciones entre empresas a nivel internacional. A la hora de enviar dinero, o pagar, ofrece la posibilidad de hacerlo en línea, o a través de sus sucursales de manera física tras el envío del dinero. En este caso, la persona irá presencialmente a retirar el efectivo que se le ha enviado.
- MoneyBeam: Se trata de una aplicación para enviar dinero. No aplica comisiones, y el dinero llega de manera inmediata al receptor. Se puede enviar hasta un importe de 1000 euros, un máximo de 20 veces al día y hacerlo para el mismo usuario sin exceder las tres veces diarias.