España, el país con la segunda tasa de paro más elevada de la Unión Europea, tiene por otro lado la problemática situación de que las empresas no son capaces de cubrir puestos de trabajos cualificados. Aún siendo puestos donde los salarios superan con creces el sueldo medio español. Los trabajadores españoles no están formados para los trabajos que demandan las empresas. ¿Tiene España un sistema educativo ineficiente?
El sistema educativo español no consigue satisfacer las necesidades que demanda el mercado laboral. Además, no parece tener el empuje necesario para facilitar la entrada de los alumnos a las empresas, por ello el modelo educativo fracasa a doble partida. A pesar de que exista mucha oferta y demanda de empleo, no se compensa la una con la otra. La alta oferta de empleo (personas buscando trabajo) debería servir para satisfacer la alta oferta de empleo (empresas demandando trabajo), pero esto no ocurre. Hay un desajuste entre la oferta y la demanda de empleo. Esto se debe principalmente a que el sistema educativo no logra formar a los empleados que buscan las empresas. La excesiva teoría, la poca flexibilidad de las carreras y la falta de innovación pueden ser las raíces del problema.
España no es la única por la que pasa por esta realidad, en Europa padecen los mismos problemas. Empresas ofertantes de puestos de trabajo de hasta 200.000 euros anuales sin poder ocuparlos por la falta de cualificación.
Ahora bien, si miramos más allá del charco atlántico, podemos ver como otros modelos educativos apuestan por formar perfiles que el mercado laboral necesita. El sistema educativo estadounidense deja a un lado la cultura general del país, dejando todo el tiempo para la especialización. Sin embargo, formar trabajadores cualificados sacrificando el nivel cultural del individuo no creo que sea la respuesta al modelo educativo español.
La solución pueden ser las empresas, aceptemos que la formación educativa en la mayoría de los casos es larga, y es difícil que el mercado laboral demande siempre los mismos puestos de trabajo. El modelo educativo alemán es una buena alternativa, la llamada formación profesional dual, estudios donde impera por igual la parte teórica como la practica en las empresas, formando estudiantes curtidos en el campo laboral al mismo tiempo que asientan los conocimientos teóricos, dando como resultado, la especialización.
Para finalizar, podríamos decir que el sistema educativo está obsoleto, y eso no quiere decir que sea algo malo. Los tiempos cambian, y con ello las necesidades de las empresas. Hoy, en plena revolución tecnológica, no adaptar esta realidad a nuestro sistema supone estancarnos. Adaptación, ese es el secreto de la supervivencia de un modelo profesional y educativo.