Uno de los mayores fondos de capital riesgo del mundo, Carlyle Group, y el banco suizo Pictet han unido fuerzas para ofrecer a los coleccionistas préstamos destinados a comprar pinturas de grandes maestros del lienzo.
Empleando como garantía la propia obra, se trata de una estrategia dinamizada por la compañía Athena Art Finance, que combina estructuras de finanzas y arte a partir de un proyecto liderado por Olivier Sarkozy -hermanastro del ex-presidente francés Nicolas-, director general de Carlyle.
El negocio del arte mueve a nivel mundial unos tres billones de dólares pero el de los préstamos relacionados gestiona cifras próximas a los 7.000 millones de dólares (cerca de los 6.200 millones de euros). Un mercado en el que la legendaria casa de subastas Sotheby’s ejerce un papel más que preponderante al administrar un porcentaje cercano a los 4.000 millones de dólares, según datos publicados en su página web. El resto de financieras que participan en el sector más bien actúan como asesores en las inversiones de sus clientes que como prestamistas.
Cómo adquirir un Andy Warhol
¿Y cómo se puede pedir un préstamo para comprar -por ejemplo- un basquiat, un picasso o un monet? Porque si no tiene los millones de dólares que hay que pagar por una obra creada por genios de primera fila, tendrá que recurrir a un crédito. Pero no hay problema. Para ello, Athena Art Finance cuenta con distintas líneas de financiación procedentes del banco Pictet y ofrece hasta el 50% del valor de tasación de la obra con el objeto de respaldar la adquisición. Una compra artística que, sin embargo, tiene que superar el millón de dólares: cifra que simboliza la suficiente liquidez y valor de mercado que la estructura de este tipo de préstamos necesita.
Además de requerir precios para muchos desorbitados, hay que tener en cuenta que en el mercado del arte el valor de sus representaciones más emblemáticas -en la mayoría de las ocasiones- depende de índices arbitrarios muy próximos a la manipulación. Y es aquí donde se puede observar con toda claridad el riesgo que conlleva esta clase de operaciones mixtas entre finanzas y creatividad: un pollock puede valer hoy 10 millones de dólares pero ¿y mañana? Con suerte, puede que se incremente su precio para llegar a los 12 millones pero ¿y si se reduce?
No obstante, Sarkozy ha sabido proyectar recursos muy elaborados. Para que sus negocios lleguen a buen puerto, cuenta con las estimaciones de precios de varias casas de subastas, el conocimiento de varios expertos independientes, así como con un círculo propio de analistas y consultores que cuidan al detalle la combinación del arte con los intereses que puede generar. Y tampoco hay que olvidar que Carlyle gestiona más de 190.000 millones de dólares en activos a través de sus fondos; es decir, la estrategia del préstamo no se hundirá por falta de liquidez.
El mercado del arte batió records en 2014
Con todo, algunos advierten del nacimiento de una nueva burbuja de precios -similar a lo que ya ocurrió en España en el área inmobiliaria-, alimentada por Athena Art Finance. Un temor, por el momento, lejos de hacerse realidad ya que el mercado del arte batió récords en 2014: según el informe elaborado por la economista Claire McAndrew a instancias de TEFAF, la Feria Internacional de Arte y Antigüedades, el sector ha experimentado un incremento interanual del 7%. Dominado por Estados Unidos (39%), China (22%) y Reino Unido (22%), el volumen de ventas creció también un 6%, con 39 millones de operaciones.