Las pymes, un sector empresarial muy castigado y vulnerable, sin duda, ante una crisis económica. Las pymes representan en España un peso en el tejido empresarial del 99’88%, un gran peso para la economía y una gran máquina de crear empleo. Pese a esto, el gobierno no aporta los suficientes incentivos para que crezcan y muchas se están viendo obligadas a cerrar sus puertas y despedir sus empleados.
Casi todas las empresas españolas son Pymes, ellas representan un 99% del tejido empresarial español, con lo que se podría decir que casi la totalidad de empresas españolas son pymes. En España hay 3.110.522 pymes, según el último informe publicado por el INE en 2016. Las pymes son aquellas empresas que cuentan con menos de 250 trabajadores en plantilla y que su volumen de negocio no rebasa los 50 millones de euros.
Cerca del 50% de estas pymes reciben el calificativo de microempresas sin empleados, ya que representan un total de 1.670.329 negocios, de los cuales 1.050.714 son personas físicas (53%) o como se conoce comúnmente, autónomos.
Estos datos nos reflejan como las pymes son un componente fundamental para la economía española. Sin embargo, estas no están lo suficiente incentivadas como para crecer y ser rentables económicamente, de hecho, son el sector empresarial más vulnerable a las crisis y ciclos económico negativos, ya que sus recursos son limitados y casi todos van destinados a la inversión en la compañía y en el negocio.
Las crisis económicas son el mayor destructor de empleo en un país, esto hace que todas las empresas se vean obligadas a prescindir de personal cuando el país atraviesa una situación de crisis económica, no solo en España, sino también en todo el mundo.
El problema viene cuando hablamos de las pymes, un tipo de empresas que poseen de media entre 2 y 3 empleados, esto las hace mucho mas vulnerables a las crisis económicas y más propensas a destruir empleo en épocas de crisis, no porque creen empleo basura, sino porque sus recursos, como hemos dicho, son mucho más limitados que las grandes empresas y no pueden seguir pagando los sueldos y las grandes tasas administrativas, además de las excesivas trabas burocráticas, que conlleva mantener a un empleado, por lo que los empleados de este tipo de empresas se encuentran en una situación de mayor riesgo.
Esto es algo que hemos podido observar en España cuando se dio la crisis, la mayor destrucción de empleo provenía de pequeñas y medianas empresas que se vieron obligadas a despedir personal para sobrevivir a la gran depresión. Entre los años 2009 y 2015, uno de cada cuatro empleos que se destruyó provenía de una pyme (entre 10 y 49 asalariados), respecto a las grandes empresas, que solo destruyeron el 6% de los puestos de trabajo.
Esto es un problema global, pero en España ha afectado en mayor medida, ya que como hemos dicho, no se estimula el crecimiento de este tipo de empresas y esto hace que no sean empresas rentables, obligándoles a echar el cerrojo cuando llegan a esta situación.
Desde el Gobierno se está intentando poner solución y parece ser que ya están actuando para que esto no ocurra.
Las pymes, el sector peor parado durante la crisis
La crisis económica se ha llevado por delante en España a un total de 177.336 empresas, de las cuales la gran mayoría han resultado ser pymes, respecto a las grandes compañías, que han demostrado que su tamaño las ha hecho más capaces de sobrevivir a la depresión.
Estos datos nos demuestran como las pequeñas y medianas empresas son el sector empresarial mas vulnerable ante una crisis económica, pese a ser el mayor potenciador económico y de empleo de nuestro país y de representar casi el 100% del tejido empresarial español.
Este hecho afectó mucho a la economía española, ya que el cierre de empresas dejó una morosidad en las administraciones públicas muy abultada (45.500 millones de euros), además de la reducción en la recaudación fiscal y en el empleo.
Pese a esto, en España, aún no se habían puesto medios para solucionar el gran problema que tienen estas pequeñas empresas, el crecimiento. El gobierno español nunca ha puesto la mira en las pymes españolas, pese a ser su motor de crecimiento económico hasta ahora, el gobierno está preparando planes alternativos para poder aumentar el crecimiento de las pymes, que lo tenían muy limitado, y aumentar con ello su capacidad de supervivencia ante ciclos de recesión económica.
El país ha identificado, después de muchos años sin darse cuenta, que las pymes son un gran músculo empresarial para el país y que sin ellas, no podría darse el crecimiento económico esperado para el nuevo año. Esto ha puesto al Gobierno español manos a la obra para crear nuevos programas de incentivación y estimulación para apoyar el crecimiento de estas y no dejar que se estanquen, como han estado hasta ahora.
Según auguran las grandes instituciones económicas, España está viendo como se va acelerando su recuperación económica y esto les ha hecho pensar en las pymes para completar esa recuperación de la manera mas sana posible.