Activo fijo
Los activos fijos son poco líquidos, ya que se necesita tiempo para convertirlos en efectivo. Son un elemento importante en la estructura financiera de la empresa, pero no sirven para respaldar la liquidez o necesidad de dinero en efectivo de la empresa en el corto plazo.
La idea es mantener el activo fijo en la empresa durante un largo periodo de tiempo. Por ejemplo, la maquinaria utilizada en la fabricación de muebles o una nave industrial sufren poco desgaste y tienen una vida útil muy larga. Hay que tener en cuenta que aunque son duraderos, no son eternos.
Es importante señalar que el valor de un activo en los libros contables es el precio de compra, incluyendo los costes de la compra y descontando la amortización anual de ese activo. Según el tipo de bienes que disponga una empresa en su activo fijo, podremos adivinar a qué actividad se dedica.
Dentro de los activos fijos tenemos:
- Inversiones financieras a largo plazo: Son, por ejemplo, la adquisición de valores de renta fija a largo plazo, acciones y aportes de capital.
- Elementos del inmovilizado material o activo fijo: Comprende los inmuebles, muebles y útiles, equipos, máquinas, terrenos etc.
- Activos intangibles: Son aquellos que no se pueden cuantificar físicamente, pero que producen o pueden producir beneficios para la empresa como, por ejemplo, los derechos de uso de la propiedad industrial o intelectual.