Crisis Tequila
Crisis Tequila fue el nombre que recibió la crisis monetaria mexicana en 1994. Provocada por la fuerte depreciación del peso mexicano y la falta de reservas internacionales.
El inicio de la crisis subyace del fuerte déficit público (7%) de la administración mexicana en inicios de 1994. Esto obligó al Gobierno a lanzar diversos instrumentos (entre ellos los Tesobonos) y que no sirvieron para despejar dudas y falta de confianza entre los inversores internacionales. Estos, rápidamente optaron por vender estas obligaciones, vaciando así las reservas internacionales del Banco Nacional de México. De esta formas, devaluando al peso e incrementando la deuda que, a su vez, se encontraba respaldada en dólares.
La política monetaria del gobierno era la de incrementar los tipos de interés con el ánimo de disminuir la fuga de dólares del Banco Nacional. Para ello, mediante la contracción de la oferta monetaria y de contrarrestar, por su parte, con una revalorización del peso mexicano. Si bien, dicha política, tuvo efecto nulo debido a la desconfianza y traslado incesante de las reservas, acentuó la crisis, al no disminuir el gasto público de la administración. Esto, debido a que el país se encontraba en periodo electoral y el gobierno en el poder no quería perder la confianza de sus electores.
Antecedentes históricos
Durante los años 90, la internacionalización y el libre movimiento de capitales hicieron aparecer diversas crisis en los países emergentes. Ya fueran de carácter financiero, cambiario o económico.
En el caso de México, el nacimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte supuso una fuerte entrada de capital extranjero en la economía mexicana. Una situación que derivó en la comercialización de bonos y deuda pública a corto plazo por parte del gobierno mexicano. Dichas ventas se utilizaban para financiar ciertos cambios estructurales en el país. Asimismo, estas obligaciones cotizaban en pesos mexicanos anclados al dólar, de forma que pudieran estar protegidos y garantizados por la moneda estadounidense como moneda fuerte. Esto hizo surgir la Crisis Tequila, denominada así por relacionarse con México, país de donde es originaria la bebida alcohólica.
Durante más de una década México ha estado afectado en mayor o menor medida por este hecho. De esta forma, siempre pendiente de la debilidad del peso mexicano y de las inversiones extranjeras, desviándose el capital hacia la compra de activos y empresas públicas como forma de atracción de inversión extranjera duradera. Para ello, también manteniendo el peso en unas bandas aceptables para la atracción de capital.