Incentivo fiscal
El incentivo fiscal constituye un estímulo por parte del Estado, que se manifiesta como reducción en el pago de determinado tributo.
El incentivo fiscal puede ser aplicado en forma de un porcentaje o monto fijo sobre el total de impuesto a pagar. O puede ser un crédito fiscal, para ser deducible en futuros pagos.
Muchos se plantean la siguiente interrogante, ¿los incentivos fiscales son un gasto o una inversión? Lo típico del caso es que, son más los fiscalistas que consideran que los incentivos son un gasto tributario y no una inversión para el Estado.
Además, sostienen que no deben aumentarse continuamente tales exenciones. Consideran que estos recursos deben ser utilizados vía presupuesto nacional, canalizados en actividades productivas.
Otros consideran que tales incentivos son una inversión, que en última instancia promueven el desarrollo económico. Además, los defensores del incentivo fiscal, argumental que el gobierno no es mejor inversor que el sector privado.
Naturaleza del incentivo fiscal
Cuando el Estado considera que ciertas actividades económicas son fundamentales para el desarrollo de la economía, concede entonces exenciones en el pago de los tributos que tienen que ver con las actividades económicas relacionadas.
Así, las personas o entidades empresariales pueden verse incentivadas a canalizar sus recursos económicos a estas áreas específicas. De manera que, aunque el Estado ve disminuido la recaudación de tributos por esta actividad, existen beneficios a la larga son para toda la economía en general. Como el fin perseguido por el Estado es el bien común, se hace evidente que está actuando correctamente.
Debe señalarse que tales incentivos fiscales no son concedidos únicamente por las cuestiones señaladas anteriormente. De forma que el Estado también puede conceder exenciones fiscales por otros motivos. Así, el Estado puede conceder exenciones a ciertos sujetos pasivos de tributos, por la conducta mantenida en sus actividades económicas.
Otra forma de concesión de incentivos fiscales viene dada por la clasificación o tipología de las empresas. Por ejemplo, exenciones a las pequeñas o microempresas.