John Atkinson Hobson (1858-1940) fue un político y economista británico. Hobson es especialmente conocido por sus trabajos sobre la relación entre imperialismo y economía.
Curiosamente, tanto Hobson como Lenin abordaron el fenómeno que suponía el imperialismo y, en consecuencia, también el colonialismo. Ahora bien, si Hobson planteaba un enfoque reformista, Lenin pretendía acabar con el capitalismo mediante acciones revolucionarias.
Formación y carrera profesional y política de John Atkinson Hobson
Nacido en la localidad inglesa de Derby en 1858, John Atkinson Hobson obtuvo su grado en Economía por la Universidad de Oxford en 1887. Como parte de su carrera docente, impartió clases de literatura inglesa y economía en el ámbito universitario.
Entre sus obras más importantes se encuentra La fisiología de la industria, donde analiza la teoría del subconsumo. Este trabajo serviría posteriormente de inspiración al también economista británico John Maynard Keynes a la hora de estudiar el desempleo.
A través de su obra «El imperialismo», Hobson analizó el impacto económico del colonialismo y la inversión del excedente. Por otra parte, en «El sistema industrial» expuso cómo era la demanda de consumo la que marcaba la producción de la industria.
En cuanto a sus ideas políticas, cabe señalar que Hobson militó en el Partido Laborista Independiente en 1919.
Hobson, el capitalismo y los trabajadores
Tanto Hobson como Lenin se han mostrado muy críticos con respecto al imperialismo. No obstante, Lenin proponía una revolución de carácter socialista para terminar con el capitalismo. Por el contrario, Hobson, de corte liberal y más próximo a la socialdemocracia, abogaba por implementar medidas reformistas.
Frente a las tesis de los liberales tradicionales, Hobson plantea que los trabajadores son libres de vender su trabajo a los empresarios, dejando claro que el empresario no ostenta el poder de manera unilateral.
Más aún, Hobson también era un firme defensor del salario mínimo. Así, Hobson argumentaba que un salario mínimo era fundamental para asegurar unas condiciones mínimas de subsistencia y dignidad.
La teoría del subconsumo de John Atkinson Hobson
También en relación con los salarios, Hobson afirmaba que unos sueldos excesivamente bajos no permitirán dar respuesta a la oferta. Esto supone que haya ingentes recursos económicos ahorrados, ociosos, que no fluyen a la economía y que, por tanto, provocan una situación de subconsumo.
En otras palabras, las élites económicas están acumulando grandes cantidades de dinero que no utilizan. Este acaparamiento de la riqueza genera una distribución desigual e impide satisfacer las necesidades de consumo de los más pobres.
Para dar respuesta a este problema, es necesario dar salida a los recursos económicos ociosos. Todo ello conduce a un expansionismo político y militar a territorios de ultramar para dar salida a esas ingentes cantidades de capital ahorrado.
En conclusión, Hobson explica el imperialismo señalando que, el estancamiento y el ahorro excesivo de la metrópolis lleva a los capitalistas a expandirse a nuevos territorios.
Imperialismo y economía
Es precisamente la pobreza y la desigual distribución de la riqueza generada en la metrópoli lo que impulsa el colonialismo. Por ello, Hobson señala que Gran Bretaña no hubiera experimentado una gran expansión colonial de haber distribuido mejor la riqueza entre sus habitantes.
Tampoco hay que olvidar que el comercio de Gran Bretaña con sus colonias no compensó el elevado coste de mantener un gran imperio colonial. De hecho, a través de estudios estadísticos, Hobson llegó a determinar que el comercio de Gran Bretaña con las colonias era marginal en comparación con el comercio con los Estados europeos.
Por el contrario, exponía Hobson que, si el poder adquisitivo de los habitantes de la metrópoli aumentaba, no sería necesaria la expansión colonial.
Hobson señalaba que unas élites se hacen con el control de los recursos nacionales y que supeditaban los intereses del país a sus intereses personales. En este sentido, para alinear los intereses del pueblo con los intereses de unos privilegiados, los privilegiados apelaban a sentimientos nacionales.
En esta deriva imperialista de expansión a nuevos territorios, los grupos que concentran la riqueza convencerán a las clases dirigentes a través de una red de intereses comunes.