Pago en especie
El pago en especie es una modalidad de pago. En esta, la satisfacción de la deuda, o el pago a cambio del cual adquirimos un determinado bien o servicio que demandamos, se hace mediante la entrega de otro bien o servicio, y no mediante dinero en efectivo.
Conviene recordar que pagar es el acto mediante el cual una persona que debe satisfacer una deuda o adquirir un determinado bien o servicio entrega un dinero previamente acordado a otro (individuo o entidad). Este debe entregar el bien o servicio, o dar por saldada dicha deuda. Por tanto, cuando hablamos de un pago en especie, hacemos referencia a la acción de pagar. No obstante, como su propio nombre indica, el pago se hace en especie. Esto es, mediante la entrega de un bien o un servicio de igual valor o superior.
Antiguamente, los pagos solían realizarse siempre en especie. Hasta la aparición del dinero, los intercambios se hacían a través del trueque. En este sentido, hablamos de intercambios en los que los ciudadanos pagaban en especie. Por ello, decimos que el pago en especie es de los primeros sistemas de pago que conoce el ser humano.
Asimismo, conviene señalar que el pago en especie en países como España únicamente está permitido cuando la persona que debe recibir el pago está conforme en que dicho pago se realice en especie. Si no lo está, el deudor no puede imponer al acreedor que acepte el pago en especie y, de la misma forma, dé por satisfecha la deuda.
Origen del concepto pago en especie
El origen del concepto pago en especie proviene del siglo XVI, con la aparición y el desarrollo del comercio a lo largo y ancho del planeta.
En este sentido, «pago en especie» proviene de «pago en especias».
Esto hace referencia a que, en aquellos tiempos, las especias que provenían de distintos países, como el clavo, la pimienta, la canela, entre otras especias muy demandadas en aquella época, eran muy valiosas. Así pues, los mercaderes pedían a los comerciantes de aquellos lugares en los que se cultivaban dichos productos que pagaran sus intercambios en especias, en lugar de entregar dinero.
Por esta razón, surge el término «pago en especie».
Salario en especie
De la misma forma que una persona puede satisfacer una deuda, o adquirir un bien o un servicio, mediante el pago en especie, los jefes pueden pagar al empleado parte de su salario con algunos complementos que son entregados en especie.
Así pues, surge el concepto «salario en especie». Es decir, una parte de la remuneración ordinaria y permanente que recibe el trabajador, pero en servicios o bienes y no en dinero. Y ello, como contraprestación directa del servicio prestado.
Entre los salarios en especie más frecuentes, podemos encontrar los siguientes elementos:
- Alimentación o dietas.
- Hoteles, apartamentos, así como cualquier residencia.
- Vestuario, uniforme, ropa de visitas.
- Guardería y colegio para hijos.
- Entrega de acciones o participaciones de la compañía.
- Coche de empresa, tarjeta de transporte, chofer.
- Seguros privados, seguro dental, seguro de vida.
- Pensión complementaria, seguro de ahorro.
- Cesta de Navidad, regalos, etc.
Es conveniente consultar si los bienes o servicios aceptados y que nos entregan están estipulados como bienes calificables para ser entregados como pago en especie. Pues, en determinadas normativas, estos bienes son un derecho, o no pueden ser, directamente, entregados como pago en especie.
Regulación del pago y el salario en especie
En muchos países, este pago en especie, así como el propio salario que se abona en especie, debe estar autorizado por la legislación vigente.
Países como España, por ejemplo, presentan normativas que limitan la posibilidad de que el empresario pague a sus empleados la totalidad del salario en especie. Así, se permite únicamente el pago de un determinado porcentaje del salario en especie, y ello en función de la cuantía que suponga dicha remuneración.
Por otro lado, esta misma economía (España) fija normativas para el pago en especie. En este sentido, no se puede satisfacer una deuda o pagar un determinado bien en especie si el vendedor, o el acreedor, no acepta la contraprestación planteada. De esta forma, únicamente podemos saldar la deuda, o adquirir el bien o servicio, cuando las dos personas estén de acuerdo en que así se hace.
En resumen, hablamos de una tipología de pago que no siempre se encuentra recogida en la ley, ya que suele hacerse cuando las dos personas tienen confianza y, por ende, pueden llegar a un acuerdo. Sin embargo, es conveniente revisar la legislación antes de querer realizar un pago de la forma que aquí se detalla.
Ejemplo de pago en especie
Para terminar de afianzar el concepto, vamos a ver claros ejemplos en los que una persona satisface en especie una deuda, paga a su empleado parte de su salario en especie, a la vez que vemos un último caso en el que se compra un bien con un pago en especie.
Empezando por el primer ejemplo, imaginemos una situación en la que una persona compra una casa, saca una hipoteca para pagar dicha casa, y al cabo de un tiempo pierde el empleo, perdiendo la solvencia que le permitía pagar el coste mensual del inmueble. Así pues, el banco, en última instancia, si no cobra, embargará la vivienda, cumpliendo con la deuda que previamente tenía el deudor con el banco. Así pues, el pago de esta deuda se ha hecho en especie, pues ha sido el banco el que ha embargado la casa y ha aceptado como pago, por la deuda contraída, la vivienda.
Por otro lado, el segundo ejemplo lo encontramos en las grandes empresas que se encuentran presentes en las grandes ciudades. Estas empresas, además de coche de empresa, entregan a sus empleados un cheque que les permite poder comer fuera de la oficina, a la vez que contratan, como ocurre en Ikea, por ejemplo, profesores con los que los hijos de los empleados están hasta que sus padres terminan su jornada laboral. Se trata de una forma de alcanzar la conciliación laboral. Todo ello es un pago en especie.
Asimismo, un último ejemplo en el que adquirimos un bien a través de un pago en especie lo encontramos en el sector del automóvil. En este sentido, cuando queremos adquirir un nuevo vehículo, habitualmente solemos pedir al concesionario que tase nuestro antiguo vehículo, y que lo acepte como parte de pago. En este sentido, el concesionario ofrecerá una cuantía por el vehículo a su dueño, que se descontará del precio a pagar por el nuevo vehículo. Un ejemplo de cómo el pago en especie, también, es una opción frecuente en el día a día.