Las grandes conferencias siempre son recordadas. Muchas palabras caen en el olvido, pero muchas otras resuenan en nuestra mente de por vida. Para facilitarte a dar una buena conferencia hemos detallado varios pasos que puedes utilizar para planificar tu ponencia.
Si necesitas dar una conferencia y quieres que la audiencia preste atención, entienda tus pautas y consiga el objetivo que te has propuesto, es fundamental una buena planificación donde cada detalle marque la diferencia y conquistes a tu audiencia a través de tus palabras.
Antes de nada, te presentamos los motivos más frecuentes para realizar una conferencia, charla o ponencia.
Motivos principales para crear una conferencia
Pueden existir muchas causas, pero las más frecuentes son las siguientes. Es importante saber qué tipo de conferencia estamos dando:
- Presentar un negocio o proyecto: Es algo habitual si queremos dar a conocer nuestra empresa y exponer lo que vamos a ofrecer in situ y de manera detallada.
- Vender un servicio o producto: Uno de los motivos más habituales es este. Tenemos un producto y queremos reunir a gente para explicar su funcionamiento y mostrarlo en directo. Si a la gente le resulta útil, nos aseguramos la venta en ese primer contacto.
- Mejorar nuestra imagen de marca: Si queremos darnos a conocer y mejorar nuestra reputación como profesionales podemos optar por dar una charla para mostrarnos más cercanos y ofrecer contenido útil a nuestro público. Es una estrategia que funciona en muchos casos y que puede posibilitarnos la opción de que se fijen en nuestros productos y servicios.
- Participar en un evento: Probablemente te hayan pedido dar una ponencia en un evento junto a otros profesionales sobre un tema específico que conoces. Este es otro de los motivos por los que deberías crear una exposición perfecta para la audiencia.
Cómo crear una conferencia eficaz
Para hacerlo hay que seguir varios pasos que te detallamos a continuación.
1. Anticipación
- Planificación inicial: Siempre es importante sentarse y coger papel y lápiz. Anotar todo lo que necesitamos para nuestra charla. Si lo vamos escribiendo todo y tenemos un documento a nuestro alcance que podamos modificar y añadir cosas siempre será más fácil para nosotros mantener un orden.
- Elige el lugar: Debes saber donde vas a impartirla, es decir, si tú escoges el sitio o bien te han llamado desde algún centro para impartirla. En el primer caso puedes seleccionar la ciudad o institución que te interese según los criterios que comentábamos en el apartado anterior. Por ejemplo: si quieres vender tus productos en una ciudad concreta dirígete a un sitio de ese lugar donde te faciliten hacer tu exposición. Eso te garantizará asistentes de esa zona que deseas. Además, una vez conozcas la sala donde vas a impartirla podrás tener una idea más clara de los materiales que necesitas, el tamaño, el posible número de asistentes que pueden acudir, etc.
- ¿A qué público te diriges?: Muy importante que conozcas al público al que te gustaría dirigirte. Si son emprendedores, pequeños empresarios, público más adulto o juvenil. Esto te va a ayudar a mejorar tu copywriting para escoger las palabras más adecuadas para transmitir tu esencia.
- ¿Qué tema dominas?: Si has decidido hablar frente al público será porque tienes la necesidad de exponer un tema, pero elige el que domines para ofrecer confianza y utilidad a tu audiencia. Si escoges un tema en el que no te aclaras demasiado tus objetivos se podrían ver afectados por tu actitud dubitativa o poco experimentada al respecto.
- Estructura el contenido de tu ponencia: Lo ideal es crear una pequeña introducción donde explicar a los asistentes de que vas a hablar y los posibles beneficios que encontrarán con tu charla. A continuación, exponer el cuerpo, la argumentación de tu tema para causarles interés. Por último, las conclusiones, además de crear alguna pregunta que despierte la necesidad de que cuenten contigo para los servicios que expones. Trata de que sea una charla interactiva y que conecte con el público.
2. Transmite tu mensaje
- Utiliza un lenguaje claro: Esto es algo a remarcar. Debe escucharnos a la perfección la primera fila y la última de asistentes, además no solo eso hay que vocalizar todas las palabras para que nos entiendan. Ejecutar un lenguaje claro, directo y que se entienda. De nada sirve saber mucho sobre algún tema en concreto y a la hora de exponerlo no hayamos trabajado nuestra vocalización. Previamente a la charla podemos realizar algunos ejercicios de calentamiento para poder tener nuestra voz lista para ese momento.
- No ser monótono: Trata de no utilizar un tono monótono, Utiliza tonos más altos o bajos para remarcar las palabras que quieres enfatizar. Utiliza los silencios para crear expectativa o para dejar que la gente reflexione algo que acabas de decir. Cada 10 minutos el público suele perder la motivación, así que da giros a la explicación, haz juegos o preguntas para involucrar al público y que se mantengan atentos todo el tiempo.
3. Los detalles cuentan
- Presta atención a tu lenguaje no verbal: Las palabras son muy importantes, pero también tus expresiones y formas. Para conseguir una charla sobresaliente tienes que cuidar todos estos aspectos para cautivar al final a tu audiencia.
- Cuida tu imagen: Es importante transmitir confianza, y cuidar la imagen para ese momento es importante. Imagina que has de dar una charla en un evento importante a nivel mundial. Cuidar del vestuario, nuestro lenguaje verbal, y todo este compendio nos ayudará a tener mucha más credibilidad con los asistentes.
- Mirar a los ojos del público: Algo esencial es mirar al público, sostener nuestra mirada con la suya para transmitir confianza y cercanía. De esa forma la gente siente que se les habla de forma directa. No mirar a los ojos de la gente cuando se está hablando en general da poca confianza, y parece representar cierto desinterés por parte de la persona que está ejecutando una charla o discurso de cualquier tipo.
- No dar la espalda al público: ¿Cómo nos sentiríamos si alguien que nos habla nos da la espalda? Sin duda, no es nada correcto adoptar esta postura. El comunicador debe mirar al público en todo momento, mostrándose accesible y siempre a la vista de todos aquellos que le están observando en cada momento. Esto ayudará a ver las caras de los presentes e intuir si realmente están entendiendo todo lo que se les está contando durante la exposición de la charla.
- Cruzar los brazos no es recomendable: Esa postura transmite un lenguaje verbal de escudo, protección y crea cierto rechazo en cuanto a que parece que el ponente se está protegiendo, y no siendo accesible con el público. Es importante que mantenga sus brazos en movimiento, sueltos, tratando de transmitir toda la esencia que se está manifestando con sus palabras. El objetivo en todo momento es que esos movimientos sean un añadido positivo en su discurso y no al contrario.
4. Despedida efectiva
- Da opciones de pregunta: Este es un tema importante de remarcar. Cuando pretendes dar a conocer tu producto, o servicio es interesante que al finalizar tu exposición des un tiempo de preguntas a los asistentes para conocer sus opiniones, y resolver las dudas que les surjan.
- Deja una tarjeta de visita: Reparte entre los usuarios de la charla una tarjeta de visita con tus datos, tu contacto y de esa forma podrán tener mucho más acceso a ti en el caso en el que estén interesados en tus servicios.
- Reparte regalos: A las personas nos encantan los regalos. Si al terminar entregas algún regalo seguro que la gente espera para recibirlo y se acordará más tiempo de tu charla.
Estos son los consejos que debes seguir para planificar una exposición que sea de interés para tus asistentes y que consigas los objetivos que pretendes. Además de todo lo mencionado, debes utilizar un lenguaje accesible, cuidar los tiempos y las pausas.
Todo ello te ayudará a conseguir crear el ambiente más adecuado para transmitir tus conocimientos a la perfección.