Después de una ligera subida de las acciones acciones de Banco Popular en la apertura de la sesión, los títulos del banco madrileño sufren un nuevo varapalo dejando la entidad por debajo de los 1.500 millones de capitalización bursátil. Analizamos lo que ha llevado al banco a esta situación.
La semana pasada las cotizaciones de Banco Popular se resistieron en positivo acabando con un desplome del 17% al finalizar la sesión del viernes.
Hoy la estabilidad de la acción no ha durado ni dos minutos, al comienzo de la sesión abrían en positivo, pero al cabo de un par de minutos, sus acciones han vuelto a sufrir un desplome que no ha dejado indiferente a nadie y que ha hecho saltar las alarmas del BCE (Banco Central Europeo).
Durante cinco minutos, la estabilidad predominaba en las acciones del Banco Popular, el parqué español estaba tranquilo y parecía que iba a ser una buena sesión bursátil. Tras esos cinco minutos de calma, el pánico se apoderó de los accionistas del banco y los títulos comenzaron a desplomarse un 0’4% por acción.
A los 15 minutos, el valor de capitalización bursátil ya se estaba hundiendo por debajo de los 1.500 millones de euros, consecuencia de un grave desplome de las acciones que volvían a rondar el 17% de la jornada del viernes.
El estado actual de la entidad es crítico, en sus mínimos de intradía, los títulos de la entidad están registrando nuevos mínimos históricos cerca del 0’3%. El valor bursátil del banco es el más bajo de todo el IBEX y esto ha hecho sonar las alarmas del Banco Central Europeo.
El valor del banco es el más bajo del índice bursátil, como hemos dicho, pero no se queda ahí, el valor sigue desinflándose con el paso del tiempo y la situación es cada vez más crítica. El banco Popular se encuentra en su peor situación desde que decidió prorrogar el plazo de recibir ofertas de compra por parte de otras entidades interesadas en hacerse con la entidad madrileña y esto ha sembrado el caos en los títulos y sucumbido a los inversores en un estado de pánico, cada vez menos controlable.
La decisión por parte del banco de prorrogar el plazo de recibir ofertas de compra por parte de otras entidades, hizo que los accionistas viesen cada vez más lejos una OPA de salvación ante una incipiente ampliación de capital, la cual llevaría al accionista a una dilución de sus acciones y del valor de las mismas.
Serias pérdidas en Bolsa ponen a Popular en apuros
Antes de la jornada de hoy, los títulos del banco madrileño registraban pérdidas millonarias y encadenaban seis jornadas seguidas en caída libre. Seis jornadas en las que el banco se ha dejado un 39% del valor en ellas, registrando de este modo una de las peores caídas de la historia.
Al cierre de la sesión el viernes, el Banco Popular acumulaba 15 cierres en pérdidas de las últimas 17 sesiones, salvando el 19 y 25 de mayo que fueron cierres alcistas. Durante todo este periodo, su cotización registró un balance negativo del 51%, cifras abrumadoras que reflejan claramente la mala situación que sufre el banco que lleva un balance de perdidas del 60% en lo que va de año.
Si todavía existía algo que pudiese empeorar la situación del banco, en las dos últimas sesiones, el valor se ha desplomado por encima del 17% en cada una, agravando todavía más la situación, situando al banco en un punto de no retorno con dos opciones, o se vende o se liquida.
El BCE somete a examen de solvencia al banco madrileño
Las expectativas de una OPA se están enfriando con las decisiones que está tomando la directiva del banco. La decisión de una ampliación de capital, la cual no es la opción mas acertada para los inversores que están en pleno desacuerdo con una nueva ampliación, es la opción principal del banco.
Lo que sí es seguro es que mañana, la cúpula de Popular afrontará una reunión crucial con representantes del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort para decidir que se hace con la crítica situación del banco y realizar un estudio sobre la solvencia de la entidad y la capacidad del banco para afrontar la situación.
En la City de Londres ya se están haciendo declaraciones donde se contemplan serias dudas de la solvencia del banco y su continuidad en el mercado.
Algunos inversores de la City anunciaban que ven posible una liquidación ordenada de la entidad si no aparece ningún comprador dispuesto a hacerse con el control del banco y dar valor al capital del mismo.
Aunque la liquidación sea una opción descartada para la entidad, el banco se verá obligado a estudiar posibles opciones para mejorar la situación del banco, como la solicitud de prestamos adicionales, si no quiere que el BCE tome cartas en el asunto, poniendo funcionarios que supervisen las decisiones tomadas por el consejo.
Pese a que mañana tendrá lugar la reunión con el supervisor del BCE, los inversores ya están huyendo del mercado. Una desbandada general por miedo a la ampliación de capital y a la dilución de sus acciones que está desplomando la cotización del banco y rebajando su valor bursátil por minutos.
Espantada de inversores
Pese a que todavía no se ha realizado la reunión y que técnicamente, el banco está a unas centésimas encima del mínimo de capital regulatorio exigido y, a su vez, cumple también con la ratio de liquidez, el mercado ya ha empezado a descontar un escenario de resolución para el Banco Popular.
Si finalmente se tomase la decisión de realizar una nueva ampliación de capital, los títulos que poseen los inversores se verían devaluados notablemente, además de que su porcentaje de acciones se vería diluida por la nueva emisión de títulos a mercado.
Esto es algo que no gusta entre los accionistas de Popular que ya es la tercera vez que pagan los platos rotos de las ampliaciones que realiza el banco. En la última ampliación de capital, 270.000 accionistas se vieron sumidos en grandes pérdidas al emitir el banco 2.500 millones de euros en nuevas acciones.
Al parecer la decisión del inversor es clara, vender, vender y vender. Los inversores han iniciado una espantada general, la cual está haciendo mucho daño al banco. Según anunciaban algunos inversores “Una retirada a tiempo es una victoria”, y así están actuando. Si el banco no lograse frenar esta desbandada de inversores, los analistas de inversión de grandes firmas de banca temen que la acción llegase tener un valor de 0 euros.
Una encrucijada para el presidente, Emilio Saracho, y su junta de gobierno, en la cual deben tomar una de las dos opciones más ventajosas, vender o liquidar, si quieren que el banco Popular y sus accionistas sigan en pié.