El banco Popular es un banco que no está pasando por su mejor etapa. Sus acciones están continuamente bajando y subiendo en bolsa, su volatilidad es enorme. Unos días está en mínimos y otros se recupera, pero siempre alejados de la estabilidad que debería tener. Analizamos paso a paso lo que ha llevado a Popular a esta situación.
Muchos son los rumores sobre una posible absorción por parte de algún grupo bancario como el Santander o JP Morgan. Esto favorecería lo que muchos altos cargos de instituciones económicas predicen y es la reducción del número de entidades bancarias en el país español, dejando sólo a los grandes grupos bancarios como únicos supervivientes. Otros economistas en cambio creen que esta reducción de bancos no es tan buena.
¿Qué pasa con Popular?
Las noticias sobre el Banco Popular se han convertido en algo habitual para los medios de comunicación. La ampliación de capital que se llevó a cabo en mayo de 2016, el cambio de liderazgo que sufrió la compañía y el mínimo histórico al que se encuentra el precio de sus acciones han sido algunos de los factores que han provocado la situación de crisis de esta entidad bancaria.
Aun así, desconocemos todas las causas por las que se ha llegado a tal punto de crisis en el que muchos expertos han vaticinado que de seguir así, la situación se podría volver irreversible para la entidad.
Conozcamos los hechos o hitos que han provocado a banco Popular a vivir esta situación.
Ampliación de capital por valor de 2.500 mill. de €
Hicieron una ampliación de capital con el fin de sanear balances, mejorar rentabilidad y solvencia de la entidad.
El banco Popular anunciaba en Mayo del año pasado una ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros, suponiendo más del 50% del valor de capitalización bursátil de la compañía.
Esto no gustó mucho a los interesados de la compañía, ya que no era la primera vez que se tomaba una decisión de este tipo por parte de la compañía –ya en 2012 se tomó una decisión similar a esta–.
Ya hace 5 años, banco Popular hacía una operación similar en la cual emitía nuevas acciones a bolsa para evitar las ayudas del estado en la recuperación bancaria que se solicitó a Europa por parte del estado español. Una verdadera frustración para los accionistas que vieron como sus acciones se vieron devaluadas con la nueva emisión de títulos.
En la operación de ampliación de capital del año pasado, los 270.000 accionistas de la entidad se vieron sumidos en grandes perdidas, todo esto sumado con la caída del 42% que registró la compañía el año pasado. En estado de pánico, BBVA y banco Santander acudieron al rescate de Popular actuando como salvavidas y aseguraron la colocación del 20% de las nuevas acciones emitidas, lo que viene a ser unas 320.000 nuevas acciones previniendo la posibilidad de escasez de demanda.
No solo acudieron las 2 grandes entidades españolas, sino que Goldman Sachs y UBS también acudieron para anunciar que cubrirían perdidas en caso de desastre para evitar la posible quiebra de la entidad.
La operación no pintaba mal, había garantías para la salvación del grupo Popular y todo estaba a su favor. La demanda en el periodo de suscripción de nuevas acciones de la ampliación duplicaba la oferta, llegando a registrar un 36% de sobredemanda y logrando 3.400 millones de euros.
Todo iba de maravilla para el banco Popular, pero de repente comenzó una nueva etapa de incertidumbre para los accionistas. La comunidad se preguntaba el porqué de las prisas para una ampliación de capital. Esto agravó la situación dejando demasiadas incógnitas encima de la mesa. El Bbrexit y las elecciones generales de España fueron dos de los causantes de esta ampliación de capital.
La multa de la CNMV
En agosto de 2016, el grupo Popular fue sacudido de nuevo, esta vez por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) por una infracción cometida por la entidad sobre el incumplimiento de aporte de información a inversores.
Esta sanción obligó a la entidad a hacer frente al pago de un millón de euros por la comercialización de los Bonos Convertibles sin informar previamente a los inversores en materia de riesgos. Pese a ello, Popular llevó la denuncia a la Audiencia Nacional, pero el tribunal supremo dictó sentencia y corroboró su culpabilidad al considerarse que los suscriptores de esos bonos convertibles debían ser expertos en activos de renta variable.
Esta acción supuso una nueva caída de las acciones del banco en bolsa por encima del 80%. Otro desastre más para el accionista que volvía a ver como sus acciones se devaluaban y perdía su dinero.
Cambio de líder
Tras las continuas disputas sobre la toma de control del banco, Emilio Saracho sustituía a Angel Ron como presidente del banco.
Esto era una buena noticia para los accionistas. El mandato de Ron y su nefasta gestión del banco llegaba a su fin, los altos cargos directivos abandonaban el banco y comenzaba una nueva etapa para el banco, con un nuevo equipo de gestión y un líder muy vinculado a la banca de inversión Española con una gran trayectoria profesional.
Al anunciarse la noticia, las acciones del banco popular se impulsaron en la jornada bursátil alcanzando subidas del 13%, alcanzando un precio de 0’94 por acción.
Aun así, estas subidas se vieron truncadas cuando las acciones comenzaron nuevamente a desplomarse al día siguiente, registrando pérdidas del 4’57% y un valor de 0’89 por acción.
La ampliación que colma el vaso
El 10 de abril de 2017, banco Popular volvía a anunciar públicamente que debía hacerse una nueva ampliación de capital para la compañía para poder salvarla del estado de malestar que atravesaba en los meses anteriores.
Esta noticia no dejó indiferente a ningún accionista, ya que las accionistas se comenzaron a desplomar registrando pérdidas del 9% en bolsa y un precio por acción de 0’73.
El banco Popular se encontraba entre la espada y la pared al proponerse esta nueva ampliación. Emilio Saracho anunciaba públicamente que no quería llevar al grupo bancario a la nueva ampliación de capital por las repercusiones que esta podía tener para el banco. El banco se enfrentaba a un nuevo desplome y la amenaza de demandas judiciales.
La directiva del banco se reunió con consejeros de grandes bancos de inversión como JP Morgan para pedir ayuda y poder frenar el desplome de sus acciones y la espantada de accionistas. Aun así, las acciones se vieron desplomadas de nuevo alcanzando el máximo histórico de 0’7 por acción y una nueva pérdida del 5%.
La situación de banco Popular es crítica, se está barajando la opción de la venta de Targobank –Banca privada y de inversión del grupo popular– la joya del banco madrileño, para poder, de este modo, intentar salvar la situación.
La venta de Popular
Ayer, Jueves 11 de mayo, el propio Emilio Saracho encargaba la venta de banco Popular a JP Morgan y Lazard por riesgo de quiebra activando de este modo, la medida más drástica que se podía tomar. Saracho dispone de buenas relaciones con JP Morgan ya que antes de entrar en Popular ejercía como vicepresidente del propio JP Morgan.
El presidente se puso en contacto con los presidentes de los 5 grandes bancos españoles para comentarles la situación y anunciarles que la única solución es la venta inminente de la entidad a sus competidores, siempre y cuando se comprometan a una inyección de capital que garantice su solvencia. De momento 2 grandes bancos se han perfilado como posibles compradores de la entidad, Santander y Bankia se han interesado en el banco y creen que será absorbido en poco tiempo debido a la inestabilidad en sus acciones.
Una medida que el propio Luis de Guindos ha visto acertada, ya que desde el BCE se afirmaba que los depositantes corrían peligro si había una espantada masiva de fondos.
Pese a que se estudió el realizar la progresiva de activos del banco, no llegaría a tiempo para salvar y resolver la situación. «Parece que la venta inminente es la única solución» según anunciaba el presidente.
El presidente Emilio Saracho ha pedido a los presidentes de las entidades que presenten ofertas por el banco y todas sus filiales nacionales e internacionales en los próximos días
Ahora Popular queda en manos de su competencia esperando ser salvado.