Que la tecnología avanza a pasos agigantados no es ninguna novedad. Algunas innovaciones ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Mientras que algunas otras todavía nos pueden resultar un tanto desconocidas.
Dos casos muy renombrados en los últimos tiempos son las criptomonedas y la inteligencia artificial. ¿Sabes cuáles son sus usos y sus alcances? ¿Las utilizas? Sean cuales sean tus respuestas, lo cierto es que ambas han revolucionado la economía en el siglo XXI. En este artículo indagaremos algunos de sus aspectos más importantes y las interrogantes que despiertan.
Las criptomonedas derriban barreras
La primera implementación de las criptomonedas fue el Bitcoin, gracias a su creador Satoshi Nakamoto como una moneda electrónica que permitiría realizar transacciones seguras y sin intermediarios.
Bitcoin, como todas las criptomonedas que han aparecido después, funciona con el sistema Blockchain. Habilitando que las transacciones monetarias queden registradas sin necesitar la validación de un banco u otra institución. Algo que ha marcado una verdadera revolución en la economía, al brindarle mayor poder a los individuos sobre su propia economía.
Las criptomonedas son monedas descentralizadas que permiten transacciones directas entre individuos, ningún gobierno puede intervenirlas ni tener control sobre ellas. A pesar de que esto puede suponer una ventaja, también hay que tener en cuenta que en caso de estafas o caídas bruscas del valor, entre otros, no tendrán ningún respaldo por parte de los gobiernos.
Como toda novedad, en los primeros tiempos muy pocos se animaron a utilizarlas. Sin embargo, hoy su uso está ganando peso a nivel mundial y en distintos ámbitos. De hecho, cada vez es más común realizar actividades con criptomonedas, desde ahorrar, invertir, comprar productos o servicios, e incluso realizar apuestas deportivas con criptomonedas.
La inteligencia artificial y sus superpoderes
En los últimos meses, el concepto de inteligencia artificial se ha vuelto muy popular gracias al novedoso ChatGPT. Pero se trata de algo que se viene utilizando desde hace muchísimo tiempo. Probablemente, ni siquiera nos demos cuenta de todos los ámbitos en donde interviene, pero es seguro que la IA está cambiando la economía mundial.
Las inversiones que se realizan en inteligencia artificial crecen día a día. Gigantes como Amazon, Google y Microsoft son algunos de los principales interesados en su desarrollo. ¿Por qué? Porque es la que permite, entre muchas otras cosas, crear los algoritmos para descifrar la conducta de los usuarios y, así, influir en su toma de decisiones y su poder de compra.
De hecho, esta tendencia está impulsando a empresas mucho más pequeñas, e incluso a emprendedores, que ven en esta tecnología el faro para potenciar su negocio.
Pero la inteligencia artificial también puede ayudar para mejorar variables que influyen no solo en economías particulares sino también globales. Puede, por ejemplo, mejorar la eficiencia en procesos industriales, agrícolas y comerciales. De esta manera, ayuda a reducir tiempos y costos, y ampliar los márgenes de ganancia. Aplicada correctamente, puede aumentar notoriamente la productividad del proceso en el que se involucre.
Algunos riesgos y temores
Claro que los beneficios que las criptomonedas suponen para los usuarios tienen su contrapartida. Los organismos de control buscan encontrar la manera de fiscalizar las operaciones económicas que se realizan utilizando estos activos electrónicos. De hecho, algunos países ya han comenzado a exigir que se brinde información precisa y detallada de cada operación de comercio exterior que se realice utilizando criptomonedas.
También el avance de la inteligencia artificial genera temores entre un número cada vez mayor de personas. Y es que el avance de las tecnologías que la involucran hace pensar en una futura “sustitución” del ser humano. Si antes se temía que la tecnología pudiera reemplazar al hombre en algunos trabajos, hoy se teme algo aún peor. Que logre ocupar sus espacios de decisión.
De cara al futuro
El avance de la tecnología es imparable. Como hemos visto, dos de sus exponentes más vigentes, las criptomonedas y la inteligencia artificial, están modificando todos los campos en los que se aplican. Esto genera, entre otras cosas, una revolución en materia económica.
Utilizadas correctamente, ambas pueden ser herramientas potenciadoras del bienestar y la libertad humana. Sin embargo, la falta de regulación y el vacío legal que todavía existe en relación con ambas cuestiones pueden promover un uso indebido o perjudicial.
¿Qué nos deparará el futuro en materia tecnológica? ¿Reemplazarán las criptomonedas todas las otras monedas utilizadas hasta hoy? ¿Veremos cómo la inteligencia artificial supera a la de sus creadores y logra someterlos?
Se trata de interrogantes que, por ahora, nadie puede responder. Todas son conjeturas. Sin embargo, algo que sí sabemos es que su uso se expande cada vez más. Y ya nada volverá a ser como antes de que existieran.