Parecía imposible que una tecnología con tanto potencial y de la que todo el mundo habla pudiese tener límites tan a corto plazo.
El problema reside en que los microchips de IA disponibles ahora mismo en el mercado no son suficientes para cubrir la demanda que hay y no permiten avanzar al ritmo que podría la inteligencia artificial.
Y el CEO de OpenAI, propietaria de ChatGPT, se ha puesto a buscar financiación para solucionar este problema.
Pero antes, te voy a explicar qué está pasando con los microchips.
Situación del mercado actual
El mercado de los semiconductores está en auge. Muchos de los productos que utilizamos en el día a día llevan microchips. Tu reloj, tu smartphone, tu ordenador y hasta tu coche y tu lavadora!
Y a este mercado hay una empresa que le tiene bien cogida la medida: NVIDIA.
Con sede en EEUU, se dedica a la producción de tarjetas gráficas (GPU). Las cuales están siendo muy demandadas por:
- Minería de criptomonedas.
- Inteligencia artificial.
Pues bien, Nvidia concentra el 80% del mercado de chips de IA. Lo que supone sin duda un arma de doble filo.
Su valor en bolsa no ha dejado de subir: un 1736% en 5 años. Esta semana pasada ha superado el valor de mercado del mismísimo Amazon y se ha convertido en la quinta empresa más grande del mundo
Sam Altman parece que viene a salvarnos
El CEO de OpenAI ha cogido este reto por bandera y está en busca de algo de dinero.
Nada más y nada menos que: 7.000.000.000.000 $
Sí, has leído bien, 7 billones de dólares con el sistema europeo o 7 trillones con el americano. Unas 5 veces el PIB de España.
¿Cómo quiere conseguir ese dinero?
Captar este dinero de gigantescos inversores, como por ejemplo el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos.
¿Su objetivo?
Destinarlos a la producción de microchips con el objetivo de eliminar el problema de oferta que hay ahora mismo en el mercado y que limita el crecimiento de OpenAI.