A muy corto plazo, la solicitud energética la liderarán esencialmente China, Asia del sureste, África y Oriente Medio, al tiempo que debería declinar en la Unión Europea (-15%), Japón (-12%) y Estados Unidos (-3%).
Los productores de petróleo rivales de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) están cuestionando la estrategia llevada a cabo hasta el momento por el grupo, cimentada en los bajos costes del crudo. Así, la demanda del petróleo de la OPEP caerá en el año 2020 debido a la potente oferta de la competencia, como la que desempeñan las compañías estadounidenses.
Concretamente, el grupo exportador estima que su suministro de energía alcanzará 30,7 millones de barriles por día (bpd) en 2020, una cifra inferior a los 30,9 millones de bpd que tiene establecidos para el año próximo. Es más, la demanda prevista de la OPEP en 2020 es de aproximadamente 1 millón de bpd menos de lo que está produciendo actualmente.
La cuestión es que, en apenas 18 meses, el crudo ha perdido más de la mitad de su valor; una coyuntura que ha impulsado el consumo a medio plazo, pero que según manifiesta la OPEP, irá perdiendo fuerza a medida que el tiempo transcurra. Pese a todo, las perspectivas de futuro de la organización han mejorado puesto que en su última revisión de negocio, realizada en 2014, se esperaba que la demanda por su crudo disminuyera a 29 millones de bpd en 2020, es decir, más de un millón de diferencia al alza con los millones que realmente alcanzará.
El precio del petróleo ronda los 30 dólares/barril
La AIE (Agencia Internacional de Energía) afirma que el mercado del petróleo debe ajustarse progresivamente en torno a los 80 dólares por barril en el año 2020 a través de una oferta menos abundante; asimismo, no descarta un largo periodo de precios bajos.
Esta situación, al contrario de lo que pueda parecer, no satisfará necesariamente a los consumidores, ya que advierte: “los beneficios económicos se ven contrarrestados por una dependencia creciente de Oriente Medio para las importaciones de crudo y por el peligro de un brusco repunte de los precios si las inversiones se siguen reduciendo”.
Los precios del petróleo se encuentran actualmente rondando la barrera de los 30 dólares/barril, debido a la ofensiva comercial de la OPEP, que inunda el mercado de crudo para contrarrestar el auge de los hidrocarburos de esquisto en Estados Unidos. Sin embargo, fuentes cercanas a la OCDE aseguran que este desplome de los precios reestablecerá el equilibrio del mercado al impulsar la demanda y reducir la producción futura.
Como resultado, la oferta de los países no miembros de la OPEP alcanzará un poco más de 55 millones de bpd antes de 2020, mientras que la del grupo petrolero debería ser impulsada por Irán e Irak. De hecho, la demanda aumentará 900.000 bpd por término medio anual hasta 2020, y alcanzará 103,5 millones de bpd veinte años más tarde, contra los 92,7 millones de 2014, aunque su crecimiento pueda ser frenado por la subida de los precios, la reducción de los subsidios públicos a los hidrocarburos y el desarrollo de los carburantes alternativos.
En definitiva, el mayor consumidor de petróleo, Estados Unidos, experimentará una de las mayores disminuciones mundiales de la demanda desde 2013 hasta 2040 junto con la Unión Europea. Mientras, China se convertirá en el mayor importador de petróleo del mundo antes de 2020 e India, en el segundo en torno a 2035.