Mañana se cumple un año desde que comenzara la construcción del gran canal de Nicaragua. El proyecto continúa rodeado de polémica, por su gran impacto social y medioambiental, y por haberse convertido en la infraestructura más grande que hay en el mundo. El conocido como “Gran Canal” será tres veces más grande que el Canal de Panamá.
Desde principio del siglo XIX se lleva especulando con construir un canal en Nicaragua, pero se perdió el interés cuando Estado Unidos comenzó a construir el canal de Panamá a principios del siglo XX. No fue hasta el año 2013 cuando Nicaragua entregó a una empresa china la concesión del canal para iniciar este nuevo proyecto.
El Canal Interoceánico de Nicaragua es un megaproyecto que tendrá 280 km de largo, 230 metros de ancho y 30 metros de profundidad. Así pues, atravesará el sur de Nicaragua y permitirá el paso a grandes barcos, que no tienen acceso a través del canal de panamá.
La construcción del Gran Canal comenzó el 22 de Diciembre de 2014, aunque no se han iniciado las obras se espera que esté terminado en 2019. La empresa encargada será el grupo HK Nicaragua Canal Development Group (HNDK), empresa que dispondrá una concesión de 50 años sobre el canal. Esta empresa tiene sede en Hong Kong y está vinculada al empresario multimillionario chino Wang Jing.
La principal polémica de esta obra faraónica es el gran impacto social y medioambiental que llevará a la zona. Según un estudio de la consultora Environmental Resources Management (ERM) para HDNK, el proyecto tendrá impactos ambientales y sociales pero no serán demasiado significativos, por lo que considera que el desarrollo de este canal será positivo. Además el Gobierno de Nicaragua también está a favor del proyecto, que espera crear gran cantidad de empleo y duplicar su Producto Interior Bruto (PIB), trayendo prosperidad económica a la zona.
Sin embargo, los campesinos nicaragüenses están en contra del canal, que amenaza con desalojarlos de sus casas debido a las obras. Desde Septiembre de este año se empezó a expropiar y derribar inmuebles. Estos campesinos tienen el apoyo de organizaciones ambientales y defensores de derechos humanos que consideran que esta construcción será catastrófica para la fauna y flora del país, pues afectará principalmente al Gran Lago de Nicaragua, el segundo lago más grande de América Latina. Se teme un gran desplazamiento humano debido a la ruta del Gran Canal.
Así pues, este proyecto está generando un gran debate y mucha incertidumbre, pues según los opositores no existen estudios suficientes que muestren la viabilidad y las consecuencias de este proyecto, que partirá radicalmente en dos el territorio nicaragüense. No obstante, el Gobierno de Nicaragua afirma que este proyecto permitirá un alto crecimiento económico que hará que Nicaragua deje de ser el segundo país con más pobreza de América Latina.
No obstante, para conocer sus consecuencias reales, ya sean positivas o negativas, habrá que esperar a la finalización del proyecto en 2019.