Empleo: Qué es, su historia y evolución
El empleo es la acción de trabajar para alguien más o una empresa, aportando conocimientos y esfuerzo a cambio de un salario. Veamos qué es, sus tipos e historia.
¿Qué es el empleo?
El empleo es una relación laboral en la que una persona (empleado) trabaja para otra (empleador, que puede ser una empresa o particular) aportando sus conocimientos y habilidades a cambio de una compensación económica (salario).
Este acuerdo implica que el trabajador aporta su tiempo, esfuerzo y conocimientos para realizar ciertas tareas, mientras que el empleador le compensa económicamente por ello.
- El nivel de empleo es un indicador clave del desarrollo de un país, con los países más desarrollados acercándose al pleno empleo.
- El desempleo y subempleo son problemas comunes en países menos desarrollados, indicando que las personas no pueden encontrar trabajo o trabajan en condiciones por debajo de sus calificaciones.
- Los autónomos son personas que trabajan por su cuenta, corriendo tanto los riesgos como disfrutando de las ventajas de su negocio.
Empleo: Explicación sencilla
Dicho de una manera más simple, el empleo es cuando una persona trabaja para otra o para una empresa, haciendo tareas específicas a cambio de dinero. Es como un acuerdo en el que una persona dice «te ayudaré con tu trabajo si me pagas por ello».
Este trabajo es importante porque ayuda a medir cuán avanzado o desarrollado es un país. En los países más avanzados, casi todo el mundo que quiere trabajar puede encontrar un empleo. Cuando esta situación está en su punto máximo, se dice que estamos en pleno empleo.
Por otro lado, en los países menos desarrollados, muchas personas tienen dificultades para encontrar trabajo. Cuando esta situación aumenta demasiado, se dice que aumenta el desempleo. Además, hay personas que, aunque tienen trabajo, están en subempleo, lo que significa que su trabajo no utiliza todas sus habilidades o no les permite trabajar tantas horas como quisieran.
También es importante hablar del empleo en negro, también conocido como trabajar en B, que es cuando las personas trabajan pero no están protegidas por las leyes laborales. Esto significa que pueden no tener derecho a vacaciones pagadas, bonificaciones especiales o compensaciones por despido.
Finalmente, no todos trabajan para alguien más. Algunas personas tienen su propio negocio y trabajan por cuenta propia. Aunque esto puede ser más riesgoso porque el negocio puede ganar o perder dinero, también les da más control sobre su trabajo.
Tipos de empleo
Podemos clasificar el empleo en varias formas. Aquí te damos algunas:
Empleo formal
Es aquel que está regulado por la ley. El trabajador tiene contrato, paga impuestos y recibe beneficios como vacaciones, seguridad social, pensión o indemnización por despido.
Empleo informal o «en negro»
También llamado trabajo en B, se da cuando alguien trabaja sin estar dado de alta oficialmente. Suele pagarse en efectivo, no hay contrato ni beneficios. Es más inseguro y no está protegido por la ley.
Empleo por cuenta ajena
Cuando una persona trabaja para otro, en una empresa u organización. Es el tipo más común.
Empleo por cuenta propia
Cuando alguien trabaja para sí mismo, como un autónomo, emprendedor o freelance. Puede tener más libertad, pero también más riesgos.
Otros conceptos relacionados
- Desempleo: Cuando una persona quiere trabajar pero no encuentra empleo.
- Subempleo: Cuando alguien trabaja menos horas de las que quisiera o en tareas por debajo de su formación.
- Población activa: Las personas que están en edad de trabajar y quieren hacerlo, estén empleadas o buscando empleo.
📉 Si el número de personas desempleadas es muy alto, decimos que hay una crisis laboral.
📈 Si casi todos los que quieren trabajar, lo hacen, se habla de pleno empleo.
Historia del empleo
La concepción vigente del término “empleo” se relaciona con la llegada del siglo XIX, cuando se erradicaron tanto la esclavitud, propia de los albores de la Humanidad, como la servidumbre, típica de la Edad Media.
Esto, gracias al reconocimiento de la libertad y el respeto a la integridad física y moral del hombre.
El concepto de empleo tal y como lo entendemos hoy nació con la Revolución Industrial. Antes predominaban formas de trabajo como la esclavitud o la servidumbre, donde no existía salario ni libertad para negociar.
Con las fábricas del siglo XIX, millones de personas empezaron a trabajar a cambio de un sueldo. Sin embargo, las condiciones eran duras: jornadas interminables, salarios bajos y ausencia total de derechos.
Esta situación impulsó el nacimiento de los sindicatos, que lucharon por mejorar las condiciones laborales. Poco a poco, se fueron consiguiendo avances como:
- La jornada de 8 horas
- El descanso semanal
- Las vacaciones pagadas
- La prohibición del trabajo infantil
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos países adoptaron el Estado de Bienestar, donde el empleo quedó protegido por leyes laborales. En 1948, la ONU reconoció el trabajo como un derecho humano, con libertad de elección y condiciones justas.
El empleo en el siglo XXI
Hoy el empleo ha cambiado muchísimo. La tecnología, la globalización y las nuevas formas de organización están transformando el mercado laboral.
Por ejemplo:
- El teletrabajo y los empleos digitales están en auge.
- Muchas personas trabajan como freelancers, sin una relación laboral fija.
- Plataformas como Uber, Glovo o Airbnb han creado nuevas formas de empleo, más flexibles pero a veces más precarias.
A la vez, los países se enfrentan a retos como:
- La automatización, que reemplaza empleos con máquinas.
- El desempleo juvenil y el subempleo.
- La precarización de los trabajos, con sueldos bajos y poca estabilidad.
El objetivo actual es claro: fomentar empleos dignos, estables y adaptados al nuevo contexto económico.
También le puede interesar el término de Desempleo.
