Cisne negro
Un cisne negro, dentro de la teoría que lleva el mismo nombre, es una metáfora que hace referencia a la sucesión de un acontecimiento de gran impacto socioeconómico, impredecible o inesperado para la sociedad.
Un cisne negro, en otras palabras, es una metáfora que trata de dar una explicación a la sucesión de un acontecimiento impredecible e inesperado para la sociedad. Este hecho, además, suele tener gran relevancia e impacto para los agentes socioeconómicos. Una vez pasado el suceso, este se analiza con retrospectiva, tratando de buscar los hechos que llevaron a que ocurriese.
La teoría del cisne negro fue popularizada por el economista libanés Nassim Nicholas Taleb, el cual publicó su obra “El cisne negro”, desarrollando el concepto.
El objetivo que perseguía Taleb con esta teoría era explicar el conocimiento limitado que posee el ser humano. Así como la incapacidad de este para anticiparse a sucesos que se han dado en la historia.
¿De dónde viene el nombre «cisne negro»?
Que la teoría se denomine “cisne negro” tiene una explicación más que razonable. Antiguamente, en Europa, se desconocía la existencia de que podrían llegar a existir cisnes de color negro en el planeta. Para los occidentales europeos, hasta el siglo XVIII, los cisnes eran de color blanco y la existencia de cisnes negros no estaba probada por nadie.
Sin embargo, en el siglo XVII, autóctono de Australia, llega a Europa una nueva especie de cisne. Un cisne de color negro que nadie antes había visto en territorio europeo. Esto fue toda una conmoción para los ciudadanos europeos, que incluso participaban en acalorados debates en los que se generaba una gran polémica por la existencia del animal.
Así nace la teoría de Nassim Nicholas Taleb. Pues, como los europeos occidentales del siglo XVIII, el conocimiento de la sociedad, de acuerdo con Taleb, es limitado. Esto hace que se den escenarios que, por mucho que se haya desarrollado la ciencia y el conocimiento, siguen siendo todo un misterio para la sociedad. Así, Taleb lo denominó como “cisne negro”. Y es que, al igual que en el siglo XVIII con los cisnes, muchos sucesos inesperados se siguen dando, sin explicación que los soporte.
¿Qué se considera cisne negro?
Para que un suceso se pueda considerar un cisne negro, Taleb define una serie de escenarios que tipifican el concepto. Es decir, una serie de escenarios que tratan de distinguir un suceso como el que hacemos referencia en el artículo de un hecho probablemente inesperado.
Así, se considera cisne negro a aquellos sucesos que reúnan las siguientes características:
- Que el suceso tenga un impacto a gran escala. Es decir, que el suceso tenga un gran impacto en los agentes socioeconómicos.
- Que el suceso sea altamente improbable. En este sentido, que no existan conciencia sobre que el suceso podía darse.
- Tras el suceso, este se racionaliza con retrospectiva. Es decir, como si el hecho pudiese haberse previsto.
Si el suceso cumple estos tres criterios, de acuerdo con Taleb, estaríamos ante un claro ejemplo de cisne.
Un cisne negro económico
Para Taleb, como economista y como pensador, el cisne negro es un hecho completamente extrapolable a la economía. En este sentido, el propio autor considera que es en economía donde el fenómeno y la teoría tienen una mayor implicación. Para Taleb, los cisnes negros en la economía han tenido un impacto tan elevado, que han cambiado los patrones de inversión de los inversores a corto plazo, cambiando la evolución de los mercados.
Cuando Taleb hace referencia en su libro a los cisnes negros en la economía, este explica los efectos de los mismos en los mercados. Para Taleb, los acontecimientos altamente improbables para los analistas, pueden sucederse y tener efectos devastadores. Acontecimientos a los que no están acostumbrados los inversores y tampoco protegidos. Por esto, cuando ocurren, suelen generarse episodios de histeria colectiva en los mercados financieros.
¿Cómo combatir un cisne negro?
En la idea de Taleb, nadie puede anteponerse a un cisne negro. Precisamente, tal y como define el propio autor, un cisne negro, para que así sea considerado, debe ser impredecible para la sociedad. Por esta razón, predecir un cisne negro, tal y como dice Taleb, es imposible para la sociedad, pues este no sería un cisne negro, sino que adoptaría otro nombre.
Así pues, Taleb dice en su teoría que la intención no es la de identificar cisnes negros, ya que las limitaciones de nuestro conocimiento nos impiden detectarlo. Sin embargo, sí podemos desarrollar nuestra mente para no caer en la histeria colectiva cuando se produzcan situaciones inesperadas, pues situaciones inesperadas también pueden dar lugar a buenas reflexiones. La idea de Taleb es aprovechar cada cisne negro para extraer conclusiones que nos ayuden a reforzar nuestra mente y el conocimiento.
Taleb considera también que los modelos matemáticos y estadísticos son bastante defectuosos, por lo que los inversores confían todo a esos modelos y, cuando estos fallan, estallan en una histeria colectiva. Sin embargo, si construimos nuestra mente de tal forma que podamos analizar con detenimiento un cisne negro, este puede reportarnos grandes beneficios, tanto humanos como económicos.
Adicionalmente, Taleb propone utilizar estrategias en las que cuando fallemos el impacto sea limitado y el beneficio ilimitado, no al revés.
Ejemplos de cisne negro en la historia
A lo largo de la historia, pese a haberse desarrollado la teoría posteriormente, se han identificado varios sucesos que han sido considerados como un cisne negro. Sucesos tan diversos como impactantes, pero que han dejado secuelas en nuestra sociedad y han pasado a la historia.
Así, entre los grandes cisnes negros que han sacudido a la historia podríamos destacar:
- El atentado del 11-S (Torres gemelas), en la ciudad de Nueva York.
- La invención de internet.
- El hundimiento del Titanic.
- El crack de 1987.
- La Primera Guerra Mundial.
Todos estos sucesos, han sido sucesos que han dejado huella en la historia. Sin embargo, dado que nadie los pudo prever, son considerados cisnes negros. Pues pese a no haberlos previsto, todos han dejado secuelas que nos han hecho aprender y mejorar como sociedad.