Comunicación indirecta
La comunicación indirecta es aquella en la que no se manifiestan las ideas con claridad y el mensaje que se expone queda difuso. No suele ser comprensible para el receptor y no aclara determinados datos o conceptos. La comunicación indirecta es opuesta a la comunicación directa, ya que los mensajes no se suelen entender cuando se pone en práctica.
Existen diferentes tipos de comunicación, entre ellos, la comunicación indirecta. Esta manera de comunicarse suele generar malentendidos.
La comunicación indirecta queda de manifiesto cuando el emisor no se atreve a decir las cosas con claridad. Puede acarrear confusiones en el receptor e impedirle la comprensión total del mensaje.
Por otro lado, la comunicación directa genera lo contrario entre las personas que intervienen con su puesta en práctica. En este caso, el mensaje que se transmite es instantáneo, real y eficaz.
Características principales de la comunicación indirecta
Estas son las características más destacadas de este tipo de comunicación:
- Miedo a ofender al receptor: Una de las características más llamativas es tratar de poner en práctica esta comunicación con la idea de evitar cualquier malestar al receptor. Sin embargo, suele suceder lo contrario, ya que este acaba por confundir el mensaje y eso puede generarle frustración.
- El emisor confía en que se entiende su mensaje: Cuando una persona se comunica, intervienen el lenguaje verbal y no verbal. El emisor confía en que el lenguaje no verbal será de gran ayuda para que el receptor entienda su mensaje, pero no tiene por qué ser así. Las personas prefieren escuchar de forma directa y clara una determinada información sin tener que interpretar el lenguaje no verbal que manifiesta el emisor.
- Contradicción entre el lenguaje verbal y no verbal: Esto es muy habitual en este tipo de comunicación. El emisor dice una cosa, pero su lenguaje no verbal manifiesta otra. Eso acarrea confusión en el receptor que no sabe descifrar lo que le están comunicando.
Ejemplo de comunicación indirecta
La comunicación indirecta se manifiesta en muchos aspectos de la vida. Hay circunstancias incómodas donde se lleva a cabo para intentar suavizar la situación, pero el efecto que se genera es el contrario.
Por ejemplo, una persona ha decidido romper con su pareja y teme hacerle daño. Su mensaje no es demasiado claro, no expone todo lo que piensa y pretende que la otra persona lea entre líneas. Este es un claro ejemplo de la puesta en práctica de la comunicación indirecta.
Otro ejemplo: un cliente visita una tienda para comprar un artículo de electrónica. El vendedor que lo atiende le indica que no sabe si lo tienen, titubea, lo deja a la espera mientras se va al almacén o le pregunta al encargado. Esto, en lugar de manifestarle que no lo tienen de manera directa, le da miedo transmitirle esa información y el cliente se acaba marchando cansado de esperar.
Este tipo de comunicación indirecta también se da en los negocios, por ejemplo. Es una comunicación que puede generar malestar, confusión y frustración.
Esta forma de comunicarse no tiene muy buena acogida. En cambio, la comunicación directa si es bien recibida, muy honesta y aclaratoria.