Gastos no operacionales
Los gastos no operacionales son aquellos que no están considerados en los presupuestos de una empresa, porque no forman parte de su actividad productiva, sin embargo, por hechos fortuitos deben desembolsarse y ser asumidos por la misma.
Las empresas en su operación diaria se ven enfrentadas a diversas contingencias que deben asumir, muchas veces, con recursos que no estaban en el presupuesto. Sin embargo, deben hacerse cargo, ya que su omisión puede generar problemas mayores.
Ejemplos de gastos no operacionales
Una multa, una infracción de parte de la autoridad sanitaria del país, por ejemplo, o bien, una demanda laboral de parte del trabajador y en la que la empresa ha tenido que indemnizar, son gastos no operacionales, que deben ser pagados.
Ahora bien, como estos gastos no responden a ninguna fase de la línea productiva de la empresa, es necesario reflejarlas en las cuentas contables. Y por ello, se ha creado esta denominación, llamada “gastos no operacionales”.
¿Por qué indicar los gastos no operacionales en las cuentas de la empresa?
Porque si bien, no contribuyen a la cadena productiva, en cierto modo sí resuelven un problema derivado del funcionamiento de la empresa. Por lo tanto, debe ser asumido en sus cuentas.
¿Cómo controlar los gastos no operacionales?
Es difícil responder esa pregunta, dado que la característica principal de este tipo de gastos, es que son impredecibles.
No obstante, el comportamiento histórico de gastos no operacionales puede ayudar a realizar una estimación para un periodo futuro. Por ello es importante dejar registro de ellos.
Por ejemplo, si una empresa históricamente paga algún tipo de indemnización a empleados que son despedidos y que posteriormente demandan a la compañía, esta puede estimar cuántos recursos aproximadamente podría desembolsar por concepto de estas indemnizaciones y considerarlo en sus presupuestos, aunque sin exactitud.
Otro punto importante es estar en regla con la legislación vigente en aspectos tributarios, sanitarios y laborales. Aspectos donde pueden ser fiscalizados por la autoridad competente y terminar pagando algún tipo de multa.
Mantenerse al día en este tipo de marcos legales ahorrará tiempo y dinero a las empresas y las hará más efectivas en sus gastos. Ya que si bien, estos gastos son cargados a sus cuentas, no debe perderse de vista que no forman parte del giro del negocio. En este sentido, lo ideal es tener los mínimos posibles.
Otros gastos no operacionales
Por otra parte, existen gastos derivados de errores en cuadraturas contables, pérdidas de caja, desembolso mayor de efectivo y otros de tipo más cotidiano. Los cuales son marginales contablemente, pero que en el largo plazo representan un monto de recursos importante. Por ello y para saber a qué corresponden, es necesario cargarlos a la cuenta de gastos no operacionales.
También es importante realizar un análisis de este tipo de errores, puesto que su recurrencia podría significar un comportamiento extraño que haya que investigar, o bien, se requiera de personas mejor preparadas para las tareas relacionadas con la contabilidad y las cuadraturas de caja, como también, quienes manipulan el efectivo día a día.
En contabilidad los gastos no operacionales no son esperados, tampoco deseados, y se espera que sean menores en relación a los gastos operaciones, que sí son derivados del funcionamiento de la empresa. Reflejarlos en las cuentas y estados financieros es de alta relevancia, puesto que permite realizar mejores planificaciones e implementar sistemas más efectivos de trabajo y manipulación de dinero.