La curva de indiferencia es un gráfico que muestra las diferentes combinaciones entre dos bienes que reportan la misma satisfacción a una persona, y que son preferidas a otras combinaciones.
Cuando se llega a dos opciones que son indiferentes para el individuo, estos dos puntos que las representan se encuentran en la misma curva de indiferencia. Si se desplaza a lo largo de la curva en un sentido, está dispuesto a aceptar más bolígrafos a cambio de menos lápices; y si se desplaza en el otro sentido, está dispuesto a aceptar más lápices y menos bolígrafos. Pero cualquier punto dentro de esa curva, le reporta el mismo nivel de satisfacción.
La curva a la que nos referimos refleja, ni más ni menos, las preferencias entre pares de bienes y no tiene relación alguna con el dinero o con los precios. Es más, a lo largo de la curva de indiferencia cada punto tiene un valor monetario distinto, pero el grado de satisfacción es idéntico.
Representación gráfica de las curvas de indiferencia
Se traza simplemente preguntando a un individuo qué combinación de bienes prefiere, por ejemplo: 10 bolígrafos y 5 lápices; 15 bolígrafos y 3 lápices; ó 20 bolígrafos y 2 lápices. Este individuo es indiferente a cualquiera de estas tres opciones. Obsérvese que, a medida que una opción aumenta, la otra disminuye. Y dado que cuando tenemos mucho de una y poco de otra, apreciaremos más la que menos tenemos (con un bien normal).
Siguiendo con el ejemplo, si partimos de la primera cesta (5 lápices y 10 bolis), para conseguir 5 bolígrafos más este individuo necesitará 2 lápices. Pero en el siguiente paso, como tan solo le quedan 3 lápices, si queremos que se mantenga indiferente, le deberán entregar 5 bolígrafos por un lápiz.

Asimismo, si el individuo tiene la opción de aumentar el número de bolígrafos sin disminuir el número de lápices significa que se encuentra ahora en una nueva curva de indiferencia, que le reporta mayor utilidad que la anterior. Por eso se demuestra que se pueden trazar infinitas curvas de indiferencia conformando lo que se conoce como mapa de curvas de indiferencia.
Por otro lado, la pendiente de la curva de indiferencia mide el número de bolígrafos al que el individuo está dispuesto a renunciar para conseguir otro lápiz. El término técnico de esta pendiente es la tasa marginal de sustitución, que indica la cantidad de un bien de la que el individuo quiere prescindir a cambio de una unidad más del otro.
Esta relación aumenta o disminuye según la cantidad del bien que ya tenga el consumidor. Como a medida que nos desplazamos a lo largo de la curva de indiferencia aumentamos la cantidad de uno de los bienes, cada vez es necesaria una menor cantidad del otro bien para compensar el cambio; por ello que la pendiente de la curva se hace cada vez más plana. Esto es lo que se conoce como relación marginal de sustitución decreciente.
En este sentido, no hay que olvidar que los bienes de un consumidor están acotados por su renta o, lo que es lo mismo, están sometidos a una restricción presupuestaria. En principio, el consumidor puede gastar todo su dinero en bolígrafos o en lápices. Pero la pendiente de esta restricción presupuestaria mide la velocidad a la que ese consumidor puede compensar un bien por otro, y está dada por los precios relativos de ambos bienes. Es decir, la restricción presupuestaria está determinada tanto por los ingresos del consumidor como por los precios relativos de los bienes.