Expropiación
El concepto de expropiación se refiere a la adquisición por parte de una organización pública, que es el Estado en la mayoría de los casos, de un bien anteriormente considerado de propiedad privada.
A menudo la Administración pública recurre a actos de expropiación mediante los cuales adquiere determinados terrenos, bienes inmuebles, sociedades mercantiles, recursos naturales, derechos de explotación sobre bienes u otros tipos por muy diversas causas.
De este modo, el Estado pasa a convertirse en propietario de los mismos, haciéndose a la vez con los derechos derivados de esta propiedad. Entre los mismos destacaría el derecho de explotación económica.
Dicha explotación de bienes expropiados puede ser realizada tanto por el Estado como por terceros. Esto se entiende por ejemplo con el caso de empresas anteriormente de carácter privado que al ser expropiadas siguen con su actividad, pero ahora bajo el control estatal y, por tanto, con carácter público.
Características del concepto de expropiación
Existen una serie de rasgos que definen a la expropiación dentro del ámbito económico:
- Se trata de un fenómeno coactivo: en otras palabras, el individuo expropiado no ofrece voluntariamente su propiedad, sino que es el Estado quien la reclama unilateralmente.
- El individuo o colectivo que sufre la expropiación del bien puede recibir una determinada contraprestación. Esta suele ser en forma de indemnización.
- Por este motivo, la expropiación supone la compensación en cierto modo para la persona que la sufre, al contrario de lo que sucede en los casos de embargos públicos, por ejemplo.
- Una expropiación puede realizarse siguiendo motivos económicos, políticos o de interés social.
- Debe estar recogida en el marco legal del país, de modo que puedan evitarse posibles abusos de poder por parte de los gobernantes. Esto último sucede en casos de expropiaciones políticas por motivo ideológico, comunes en estados dictatoriales.
Ejemplos más comunes de expropiación
Comúnmente lo más susceptible de ser expropiado en la realidad económica actual son los bienes inmuebles, así como extensiones de terreno, dentro de operaciones de obra pública.
Esto sucede debido a la necesidad por parte de la Administración de obtener la propiedad de los mismos dentro de planes públicos de construcción de carreteras, autopistas y otras infraestructuras.
Otro ejemplo es el desarrollo de planes hidrológicos, mediante los cuales se organiza el abastecimiento y control del agua en su territorio, en ocasiones derivando el cauce de los ríos por extensiones de terreno anteriormente de propiedad privada.