Fracciones propias

Las fracciones propias son aquellas que tienen un numerador que es menor que el denominador. Es decir, el número en la parte superior es menor que el número de la parte inferior.

Algunos ejemplos de fracciones propias son los siguientes:

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Las fracciones propias se caracterizan porque son equivalentes a una cifra entre el cero y la unidad. Esto, en términos absolutos, ya que la fracción puede tener un signo negativo. Veamos los siguientes casos:

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Una fracción propia es lo contrario a una fracción impropia, que es aquella que tienen un numerador mayor al denominador.

Debemos recordar además que podemos definir una fracción como la división de un número en partes iguales. Se constituye por dos números, ambos separados por una línea recta o inclinada (al menos que la fracción sea mixta). El número que va arriba es el numerador, mientras que el que queda debajo recibe el nombre de denominador.

Características de la fracciones propias

Entre las características de las fracciones propias podemos señalar:

  • La fracción inversa a una fracción es una fracción impropia.
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  • La fracción opuesta una fracción propia es otra fracción propia.
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  • A diferencia de una fracción impropia, una fracción propia no puede convertirse en una fracción mixta (aquella que tenga un componente entero y otro fraccional).

Uso de las fracciones propias

Las fracciones propias se utilizan para expresar una parte de un todo que es de mayor tamaño. Es decir, representan la porción de un algo.

Por ejemplo 1/4 de hora significa que son una cuarta parte de lo que dura una hora. Así, equivale a 60 minutos divididos entre cuatro, lo que da igual a 15 minutos.

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Guillermo Westreicher , 29 de enero, 2021
Fracciones propias. Economipedia.com