Incidencia de una enfermedad
La incidencia de una enfermedad es, en epidemiología, la medición de los casos nuevos que aparecen de una determinada enfermedad. Es decir, la contabilidad realizada de nuevos contagios registrados de una determinada enfermedad.
En ese sentido se habla de incidencia cuando se observa la aparición de casos nuevos de una enfermedad en un país, región o zona geográfica, en un período de tiempo específico (generalmente un año).
En ese sentido, si la población en cuestión registra 10 nuevos contagiados durante una semana y esta población cuenta con un millón de habitantes, diremos que la incidencia de dicha enfermedad es de 1 nuevo contagiado por cada 100.000 habitantes. De la misma forma, podemos decir que la incidencia de la enfermedad en dicho territorio es del 0,001%.
Importancia de la incidencia de una enfermedad
Existen patologías con una mayor presencia por componentes genéticos, consanguíneos y, por lo tanto, vinculadas a temas genéticos. Es por ello que existe una mayor incidencia de determinadas enfermedades en determinadas regiones o países que en otros. De ahí la importancia de conocer la probabilidad de ocurrencia.
Por otro lado, en el caso de una pandemia, esta puede ser analizada en cuanto a su probabilidad de ocurrencia, registros de pacientes que la padecen, su propagación. Esto es la incidencia de la misma.
Ahora bien, los datos que se desprenden de los estudios de la incidencia de una enfermedad son habitualmente empleados por epidemiólogos, responsables de políticas sanitarias, organismos internacionales, agencias de seguros, entre otros. Ello, con el fin de evaluar los impactos, los factores de riesgo, la atención e, incluso, su predicción con respecto al número de personas afectadas y la adopción de medidas preventivas.
Diferencia entre incidencia y prevalencia de una enfermedad
Es particularmente importante evitar confundir la incidencia con la prevalencia.
En este sentido, hablamos de dos mediciones muy distintas. Pues, mientras la prevalencia se centra en el número de personas que presentan una determinada enfermedad durante un periodo de tiempo, la incidencia se centra en los nuevos casos que registra una determinada enfermedad en una determinada población.
Por tanto, la prevalencia expresa los contagios existentes y que se encuentran presentes en el territorio. Mientras que, por otro lado, la incidencia muestra los nuevos contagios que se registran y que, por ende, muestran el daño nuevo registrado por dicha enfermedad.
Cálculo de la incidencia de una enfermedad
Para conocer la incidencia en una población, se debe conocer el número de casos de personas enfermas, así como el número de personas que conforman la población total.
Una vez tenemos eso, podemos emplear la siguiente fórmula:
I = CN/PR
Donde:
I= Incidencia de una enfermedad.
CN = Número de casos nuevos de personas enfermas.
PR = Población de riesgo.
Es necesario tener presente que se debe fijar un período de observación. Además, debemos considerar que, inicialmente, las personas no tenían la enfermedad.
Otro elemento significativo a tener en cuenta es el hecho de que puede existir una población dinámica, es decir, cuando se añaden nuevas personas a la población. Por ejemplo, como producto de una inmigración, o si salen personas por migración. Esto es particularmente importante, pues tendrá efectos en las proporciones y, por ende, en la incidencia.