Nacionalidad
La nacionalidad es el vínculo jurídico y de pertenencia entre una persona y un Estado, el cual implica derechos y deberes entre ambas partes de forma recíproca.
Es decir, la nacionalidad es la relación entre un individuo y un Estado, por el cual tiene obligaciones como el pago de impuestos, pero también recibe beneficios como los servicios públicos (seguridad, justicia, etc).
Cabe aclarar que, aunque la nacionalidad suele asumirse propia del vínculo entre una persona y un país, en algunos casos nos podemos referir a comunidades que comparten costumbres, lengua, historia e instituciones públicas de gobierno. Este es el caso de algunas comunidades autónomas en España.
En suma, la nacionalidad puede entenderse desde un punto de vista netamente jurídico, pero también desde un aspecto más sociológico. El que una persona posea una nacionalidad no significa únicamente que esté obligada a seguir las leyes de un país, sino que tiene que ver con su identidad, el cual implica una relación estrecha con la historia, tradiciones y, en general, forma de vivir, de un territorio.
Debemos mencionar además que algunos países permiten la doble nacionalidad, mientras que otros no.
Formas de adquirir una nacionalidad
La nacionalidad se adquiere usualmente al momento del nacimiento, para lo cual se combinan dos criterios:
- «Ius sanguinis»: El derecho sanguíneo. Lo que quiere decir que la persona hereda la nacionalidad de sus padres.
- «Ius soli«: El derecho de suelo, lo que significa que la nacionalidad se determina según el territorio donde la persona ha nacido.
En este sentido, cabe señalar que algunos países permiten que la nacionalidad se herede, o pueda ser adquirida. Esto, incluso aunque la persona no haya nacido en el territorio nacional.
Asimismo, un individuo puede adquirir la nacionalidad de un país en el que no ha nacido por diferentes vías como las siguientes:
- Al vivir por un tiempo prolongado en una nación, respetando sus leyes.
- Por vínculo matrimonial, adquiriendo la nacionalidad de la persona con la que se ha casado.
Además, una persona podría hacer los trámites para recuperar la nacionalidad del país en el cual nació, pero del cual tuvo que migrar desde muy pequeño(a) por motivos de fuerza mayor.
Otro punto a remarcar es que cada Estado establece en su constitución quiénes acceden a su respectiva nacionalidad, y qué motivos existen para que dicha condición pueda perderse.
Diferencia entre nacionalidad y ciudadanía
Aunque parecen similares la nacionalidad y la ciudadanía, la primera se adquiere por nacimiento o por los motivos señalados líneas arriba (lo que se conoce como naturalización). Sin embargo, la ciudadanía se obtiene usualmente con la mayoría de edad, con lo cual se accede, por ejemplo, al derecho al voto.
Asimismo, la ciudadanía está más vinculada a los derechos y deberes que corresponden a la relación entre una persona y un Estado. En cambio, la nacionalidad se entiende también como una realidad cultural, por lo que es más amplia.
Un individuo puede adquirir una ciudadanía, lo cual le da quizás el derecho a voto y/o residencia en un país en el que quizás no nació. Sin embargo, la nacionalidad se relaciona con la identidad de la persona, no solo con su condición legal.