Predicción (estadística)
La predicción en estadística es el anuncio de lo que se espera que puede suceder. Es un elemento importante de las ciencias, en general, pues permiten iniciar experimentos y contrastar el hecho esperado con la realidad.
Es decir, explicándolo en términos estadísticos, la predicción es el escenario futuro que se prevé para una variable, ya sea cualitativa o cuantitativa.
Cabe resaltar que la predicción puede basarse tanto en la evidencia como en la intuición. Es decir, no tiene por qué ser objetiva.
Sin embargo, la predicción es tomada como objeto de debate científico cuando se basa en hechos comprobados o en la lógica.
La predicción contrasta con el pronóstico. La primera es menos rigurosa y puede integrar elementos objetivos y subjetivos, mientras que el segundo se respalda siempre en un análisis numérico.
Por ejemplo, un empresario puede lanzar una predicción de cuánto pueden subir los precios de los inmuebles, quizás un 5% en base a su intuición y lo que observa en el mercado. Sin embargo, un pronóstico implicaría un estudio más exhaustivo, incluso econométrico, que toma en consideración muchos factores y puede dar un rango para la variación de los precios de los inmuebles de entre 2% y 7%, considerando desde un escenario pesimista hasta uno optimista.
Ejemplo de predicción
Para entenderlo mejor podemos poner otro ejemplo. Supongamos que un periodista llama a un profesor universitario para consultarle sobre la trayectoria que seguirá el precio del dólar en los siguientes días.
El entrevistado quizás no ha elaborado un análisis econométrico sobre la moneda estadounidense. No obstante, sí podrá analizar desde su conocimiento en macroeconomía qué factores podrían afectar al billete verde y dar una aproximación del mínimo y el máximo en el que podría cotizar la divisa en el futuro próximo.
Por ejemplo, si el mundo vive un contexto de incertidumbre es probable que el profesor indique que el dólar tenderá al alza por un aumento de la demanda de dicha moneda. Esto, por parte de inversionistas que están buscando protegerse del riesgo en un activo menos volátil.
Lo anterior corresponde a una predicción que no viene respaldada de un estudio estadístico, pero sí de un marco teórico ya estudiado por los economistas a lo largo de los años.