Los regalos de empresa son uno de los atractivos que buscan los clientes y que, en ocasiones, les impulsan a comprar un producto o seguir siendo fiel a una marca.
Regalos de empresa, merchandising, artículos publicitarios o regalos promocionales. Seguro que los has visto o escuchado alguna vez. No solo en los eventos, sino a veces tras una compra, las empresas regalan productos u ofrecen descuentos para la próxima vez. No es extraño que cada vez lo escuchas o lo veas con más frecuencia. Las estadísticas lo avalan. Gracias a las estadísticas que nos ofrece la CNMC, hemos podido comprobar como los artículos de regalo a través del comercio electrónico han crecido mucho durante los últimos años.

Con todo, el objetivo de fondo es siempre el mismo: que el cliente te elija a ti.
Genera impacto real con regalos de empresa
No vale cualquier cosa, los clientes cada vez son más críticos, comparan más y realizan estudios de mercado en base a lo que conocen de los productos o marcas. Regalar un bolígrafo, un mechero o un vale descuento para compras superiores a 50 euros ya no es suficiente. Tienes que ofrecer algo más, ya no impresiona porque casi todo el mundo lo hace. Debes captar la atención del cliente y satisfacerlo. ¿Estás seguro de que tu cliente quiere una agenda o una linterna? Busca algo a lo que tu cliente pueda dar uso y que, además, tenga un diseño que le impulse no solo a utilizarlo, sino también a sentirse parte de la marca. Que utilizar el regalo le haga sentirse orgulloso. No es fácil, lo sé, pero si fuera fácil todo el mundo podría hacerlo. En eso consiste la competencia.
Cuando el cliente utiliza el regalo de empresa, aparte de conseguir que se sienta parte de la marca o se acuerde de ti, te está haciendo de reclamo publicitario. No es lo mismo un bolígrafo que falla, que un bolígrafo que funciona muy bien y llama la atención. Seguramente, haya más personas que pregunten por él. En ese momento, sale a la palestra el nombre de la marca, de la empresa, del producto. Cabe la posibilidad de que sea el inicio de una conversación sobre la compra que hizo aquella tarde cuando andaba buscando una funda para el móvil.
No te centres en el valor del regalo. Evidentemente llama más un televisor que un paraguas, pero se trata de que sea rentable. Lo más importante es que sea original. Siempre puedes preguntarte a ti mismo, que has sido, eres y serás cliente de otras marcas: ¿qué regalo me gustaría que me hicieran? Puede que te haga más ilusión un detalle original, que otra cosa con más valor. Piensa en una frase, un mensaje que quieras transmitir. Piensa también en el tipo de cliente que tienes y en lo que está comprando, si es complementario a su compra, mejor.
Los regalos de empresa no son un sustituto a tu producto o servicio
Eso sí, y esto también hay que decirlo, si tienes que ofrecer de regalo un televisor para atraer clientes tienes un problema como marca. Los clientes deben querer comprarte incluso aunque no hagas regalos, deben querer ser parte de la marca y confiar en ella, independientemente de que no regales nada. Por tanto, los regalos de empresa no son un sustituto, deben ser un complemento. Algo que sume a lo ya existente.
Bajo mi punto de vista, no haría regalos de empresa para obtener más ventas, lo haría para fidelizar a los clientes que ya tengo. Agradecerles la confianza depositada en mi producto, en mi servicio, en mi atención. Es un premio a la confianza, no una excusa para venderte cualquier cosa.